El elemento de diseño que pocos conocen y se estrenó en este edificio que es el más alto del mundo hecho con contenedores

La vida útil de los contenedores suele ser muy extensa. En los últimos tiempos estos elementos, conocidos para transportar cosas de un lugar a otro, encontraron nuevas funciones y destinos. Uno de los rubros que más están echando mano de ellos es el arquitectónico.

Cada vez se encuentran nuevas y sorprendentes propuestas inmobiliarias que los tienen como protagonistas. La mayoría de ellas suelen ser obras residenciales pequeñas destinadas a albergar, como mucho, a una sola familia. Otras, en cambio, son proyectos de una cierta envergadura capaces de alojar en su interior a un buen número de personas.

Un edificio de contenedores

Uno de los proyectos más nuevos y sorprendentes es el denominado IDA, un trabajo diseñado por Local Studio. El inmueble es el edificio construido con contenedores más altos de Estados Unidos, con seis plantas. En ellas se distribuyen 18 departamentos de una y dos habitaciones. La planta baja tiene previsto convertirse en un paseo comercial. Local Studio trabajó en colaboración con la ciudad de Phoenix en el proyecto para alinearse con el plan de acción climática de la ciudad, que incluye opciones de vivienda más sostenibles.

El paisaje circundante está poblado por plantas y árboles del desierto que requieren poca agua para ofrecer sombra a lo largo de la calle. Para adaptarse aún más al sol de Arizona, se eligió pintura que refleja el calor para mantener bajas las temperaturas y reducir el consumo de energía.

Además, está equipado con una ducha al aire libre y una estación de carga de bicicletas eléctricas, así como una estación de reparación de bicicletas, para fomentar los desplazamientos en bicicleta. Además, la estructura servirá como ejemplo arquitectónico para estudiantes, desarrolladores y empleados de la ciudad que estudian ingeniería, sustentabilidad y diseño de contenedores marítimos.

Para construir IDA se requirió más de 370 toneladas de acero reciclado en forma de contenedores. La singular propuesta inmobiliaria está equipada de sistemas amigables con el medio habiente, por ejemplo, el edificio se nutre de energía renovable a través de su sistema solar de 33 kilovatios.

Sobre la acera, un toldo solar de doble cara da sombra a los transeúntes, al mismo tiempo que proporciona electricidad para el espacio comercial de la planta baja. También hay una cubierta de techo con sombra solar de doble cara, que brinda vistas del horizonte del centro de la ciudad, mientras que también produce casi el 40% de las necesidades de energía de los apartamentos.

Además de los materiales de construcción reciclados, se ha construido un elemento de diseño simple con un gran impacto: los bioswales. Estas son pequeñas zanjas llenas de plantas excavadas entre la acera y la calle, que recolectan agua de lluvia de forma natural para el riego de la flora del desierto, al mismo tiempo que filtran la escorrentía contaminada. A ello se le une un tanque de almacenamiento de 11.000 litros. En el exterior de la planta baja se encuentran estructuras de alcantarillas de concreto, generalmente enterradas bajo tierra que recoge el agua sobrante.