Oficinas sustentables. Cómo responder a las nuevas demandas

El interés y la vigencia de un inmueble, sobre todo en el ámbito corporativo, depende en gran medida de su capacidad para responder a las nuevas tendencias y demandas. Y entre los muchos aspectos que en la actualidad pueden impactar en el valor, hay uno bastante novedoso: la sustentabilidad.

Así como el mundo avanza hacia una nueva era caracterizada por la consolidación de las regulaciones ambientales, en el Real Estate esto implica un aumento en la demanda de los inquilinos por edificios más sustentables y en la preocupación de los inversores por un mayor compromiso en materia de gestión de activos con RSG+R (Responsabilidad Social, Gobernanza y Resiliencia, o ESG+R en inglés), de transparencia en los reportes y de planes de reducción de huella de carbono de los inmuebles comerciales corporativos.

“La gran pregunta que nos hacen las empresas es cómo pueden cumplir con los objetivos de sustentabilidad, cómo certificarlos y cómo crear una estrategia real y duradera en la que se beneficien la sociedad, la compañía y sus colaboradores”, comenta Florencia Nardini Manager, Project Management de Newmark Argentina.

Y es que el interés por parte de clientes, inversores y consumidores sobre cómo las compañías abordan el tema ambiental, social y de gobierno en sus organizaciones se encuentra en aumento. Esto incluye desde el uso de los recursos naturales, la reducción de residuos, el gobierno de la empresa y el trato con sus colaboradores, el medio y la comunidad donde operan, hasta cómo sus ejecutivos cumplen con las regulaciones y reportes a nivel local y global si correspondiere. De hecho, los criterios ESG se han convertido hoy en un factor importante a la hora de determinar el valor mismo de la organización.

Cómo responder a las nuevas demandas

“Como empresa de servicios inmobiliarios, en Newmark analizamos las últimas tendencias y novedades del mercado para crear soluciones personalizadas y que cada uno de nuestros clientes transite estos cambios de la mejor manera, obteniendo los resultados y las respuestas deseadas”, afirma Nardini.

Los equipos de Property y Project Management de la empresa recomiendan trabajar, principalmente, con estas cuestiones.

• Metas claras. Definir objetivos específicos, medibles y alcanzables para reducir las emisiones de carbono y garantizar la sostenibilidad en el proyecto.
• Diseño sostenible. Integrar principios de diseño sostenible en todas las etapas del proyecto, lo que implica considerar aspectos como la eficiencia energética de los equipos colocados, la multiplicidad de usos de los espacios para evitar lugares vacíos o en desuso prolongado, la selección de materiales sostenibles y la aplicación y uso de energías renovables.
• Gestión de residuos y reutilización. Reducir la generación de desechos y fomentar el reciclaje y la reutilización. Para ello es fundamental establecer sistemas de separación de residuos, trabajar con proveedores que sigan prácticas sostenibles, reutilizar todos los muebles y equipamiento que se encuentren en buen estado y donar y recircular aquellos que no pero que pueden servirle a alguien.
• Eficiencia energética. Buscar oportunidades que mejoren la eficiencia energética, el uso de tecnologías más eficientes, la instalación de sistemas de iluminación LED, el uso de sensores de movimiento para controlar el consumo de energía y la implementación de prácticas de gestión energética eficaces entre los usuarios finales.
• Transporte sostenible. Fomentar el uso compartido de vehículos, el transporte público o la promoción del ciclismo y la caminata. Además, se debe considerar la ubicación del proyecto para minimizar la necesidad de desplazamientos largos.
• Participación de los interesados. Involucrar a todas las partes relevantes en el proyecto, incluyendo a los empleados, proveedores y clientes. Fomentar la conciencia sobre la sostenibilidad y la importancia de reducir la huella de carbono.
• Evaluación de proveedores. Evaluar y seleccionar proveedores y contratistas que sigan prácticas sostenibles y que estén comprometidos con la reducción de la huella de carbono. Fomentar la colaboración con empresas que tengan políticas ambientales sólidas.

De la teoría a la práctica

Un claro ejemplo de estas prácticas se puede observar en el edificio de oficinas Bouchard 710, en el cual los equipos de Property y Project Management de Newmark han trabajado para reobtener la Certificación LEED, midiendo y eficientizando la energía, el agua, los desperdicios, la calidad del aire, la locación y los materiales de construcción y diseño.

“En Bouchard 710 se cambiaron los ascensores y los sistemas de refrigeración. Se mejoraron las fachadas y los curtain walls, además de cambiar toda las luminarias a LED, que tienen mayor duración y menor consumo y radiación térmica. Se realizó, además, un convenio con una cooperativa de recicladores urbanos para el retiro de los residuos reciclables”, detalla Daniel Piechocki, Asset Management Manager de Newmark.

A su vez, en el marco de la planificación de la mudanza de un cliente corporativo, se firmó un convenio con ALPI, a través del cual se realizó el estudio de accesibilidad universal de los pisos. En breve este estudio se extenderá a todo el edificio, con la perspectiva de generar espacios amigables y de uso flexible, igualando oportunidades de uso ante la diversidad funcional.

“Del lado del Real Estate, crear y diseñar espacios e inmuebles amigables con el medioambiente, el entorno y todo aquel que los visita se ha vuelto, cada vez más, una exigencia para mantener el valor y el interés de la propiedad. Desde Newmark, trabajamos de forma multidisciplinaria con nuestro equipo de expertos para poder responder a todas las nuevas necesidades y tendencias y colaborar con la generación de un mercado más amigable”, concluye Piechocki.

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