
Ruiz Moreno de Bunge habla de la belle époque y del delta desconocido y profundo
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El libro de Silvina Ruiz Moreno de Bunge, Tigre y las verdes islas del Delta , se interna por caminos poco transitados. Resultan muy acertadas entonces las frases de Borges, que abren el texto: Ninguna otra ciudad, que yo sepa, linda con un secreto archipiélago de verdes islas que se alejan y pierden en las dudosas aguas de un río tan lento que la literatura ha podido llamarlo inmóvil ... Sin duda, Silvina quiere explorar ese secreto archipiélago de verdes islas , pero igualmente, se impone una pregunta:
- ¿Por qué el Delta?
-Es casi una consecuencia de la investigación que motivó mi libro anterior ( Historia de los parques en La Pampa ). Descubrí que también había en Tigre quintas del siglo XIX con un encanto muy especial y esas comprobaciones me llevaron a profundizar mi visión. Así pude ver las dos realidades: el Tigre de la gran vida social y deportiva, y el otro mundo, el delta profundo, atareado, también destino de la gran inmigración que se produjo por las guerras europeas de los siglos XIX y XX. Esa gente venía a vivir de su trabajo, se internaba en los riachos, construía sus casas y desarrollaba distintos oficios. En 1865 llegó el ferrocarril a Tigre y toda la región participó del gran crecimiento que tuvo el país.
-En tu libro está muy destacado el papel de Sarmiento en el Delta...
-Sí, y este libro quiere ser un homenaje a aquel gran civilizador. Puede decirse que Sarmiento inventa el Delta, se entusiasma soñando con el progreso de esas tierras fertilísimas, se comprometió con ellas, por ejemplo, con la introducción del mimbre que, según sus predicciones, originó una industria floreciente entre 1930 y 1960. Invitaba a sus ilustres amigos para que las conocieran. Como presidente de la República, jerarquizaba con su presencia las regatas. Después otros presidentes también asistieron a esos actos deportivos. Esta gran región fue escenario de actividades artísticas; el cine mostró el Delta al país, y los mismos isleños organizaban reuniones y festejos, con gran sentido de pertenencia. aunque con asistencia de gente de otros lugares.
-Se deduce que los clubes náuticos y sus actividades fueron fundamentales para el Tigre.
-Había en Buenos Aires colectividades de extranjeros apasionadas por esos deportes, los practicaban en el Riachuelo y el Río de la Plata. Y cuando el ferrocarril acercó Tigre a la ciudad se volcaron a aquellos paraísos. Construyeron importantes edificios para sus sedes sociales, hasta llegaron a comprar islas enteras. Todo coincidió con la belle époque porteña, la apertura de dos emblemáticos lugares: el Tigre Hotel y el Tigre Club, donde se realizaban memorables reuniones sociales.
-En tu libro se siente la fatalidad trágica de las imparables crecidas.
-Ellas han sido cruciales en la historia del Delta: modificaron su economía y toda su vida.
Pero, lentamente, el ingenio y el trabajo humano están haciendo milagros, se establecen nuevos pueblos, se proyectan grandes obras de comunicación y si bien se sabe que la naturaleza no puede ser vencida, se espera lograr convivir con los fenómenos que origina. El Delta sigue siendo una gran esperanza.
El libro cuenta con excepcionales ilustraciones y fotografías, notas bibliográficas que remiten a las fuentes y permiten ampliar cada dato, muy útiles mapas, una síntesis cronológica de los hechos comentados y un apéndice, en castellano e inglés, de la profesora de geografía Ana María Princivalle, sobre suelo, flora y fauna de la región.

