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Este pollo con ajo y miel es una cena fácil, para cualquier día de la semana. Lleva prácticamente cero esfuerzo y resulta absolutamente deliciosa. El glaseado es simple y se compone de cosas que muchas personas ya tendrán en su despensa. El pollo al ajo y miel queda muy bien con una guarnición sencilla de vegetales (espárragos o brócoli salteados) o simplemente un pilaf de arroz blanco. Una comida perfecta lista en la mesa en menos de una hora.