Frente a su casa esteña de Punta Piedras, el coleccionista disfruta de los deportes acuáticos, una pasión que data de más de cuarenta años
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Eduardo Costantini (74) es conocido por sus diversos y exitosos negocios y emprendimientos, su colección de arte y sus amores. Y tal vez menos por sus pasiones deportivas. Desde joven, es muy inquieto en cuanto al ejercicio físico y muy fanático de navegar en el agua. Primero se dedicó al windsurf tanto en la ribera de San Isidro como en Punta y desde hace años, se pasó al kitesurf (en 2013 tuvo un brutal accidente en Nordelta, que le causó múltiples fracturas y una larga internación), que áun practica frente a su casa “oriental” de Punta Piedras. Y así fue como durante Semana Santa se calzó el traje de neoprene y salió al mar. Luego de conocer Maldivas, adonde viajó con su mujer, Elina Costantini (30), por su luna de miel, volaron al Este a su refugio recientemente rebautizado con el nombre de “Nuestro Amor”.
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