A los 50 años, lució su figura de deportista en Palm Beach, al norte de Sidney
Hay varios motivos para que la estadía de los príncipes herederos Federico y Mary con sus cuatro hijos en Australia sea más que especial. Pero hay dos relevantes: primero, la familia viajó a la tierra natal de la princesa tras algunos años sin visitarla (la pandemia fue una de las causas) y segundo, se trata de unas fiestas de fin de año algo complicadas para la casa real danesa tras la decisión de la reina Margarita de despojar de sus títulos de príncipes a cuatro de sus nietos (los hijos del príncipe Joaquín).
Desde Australia, más precisamente desde Tasmania –la isla donde nació la princesa–, Federico y Mary enviaron su tarjeta de felicitaciones por Navidad. Pero unos días antes de instalarse allí, donde se encontraron con el padre de ella, John Donaldson, y sus hermanas, Patricia y Jane, la futura Reina disfrutó de las playas de Palm Beach (al norte de Sidney) junto a sus hijos varones, Christian y Vincent, y amigos.
Lejos de cualquier polémica familiar, se la vio relajada y muy sonriente luciendo su figura –es una apasionada de la actividad física: le gusta correr y es una eximia nadadora– en un traje de baño sustentable, ya que está confeccionado con tela hecha a partir de residuos que se recogen del mar. También en Australia, Mary y los suyos recibieron el Año Nuevo.