Es fácil de cultivar en el jardín o incluso en macetas, ocupa poco espacio y es un ingrediente versátil para sumar a tus comidas.
La cebolla de verdeo (Allium fistulosum) es una planta perfecta para una huerta en el jardín o en macetas. Las razones son varias: ocupa poco espacio, se pueden realizar cosechas constantes, crece fácil y es multifunción, porque se puede usar como aromática cruda, en platos con huevo para realzar su sabor, en ensaladas y en empanadas y salsas.
Todas esas ventajas convierten a la cebolla de verdeo en un componente muy valioso de la huerta de otoño-invierno.
La cebolla de verdeo ofrece un sabor y un aroma muy similares a los de la cebolla, pero no forma bulbos. Es más tierna que le cebolla, necesita una cocción más corta y tiende a ser más dulce, aunque todo depende de la variedad.
La cebolla de verdeo crece muy bien asociada con brócolis, coliflores, espinacas y acelgas.
¿Cómo se cultiva?
La cebolla de verdeo se puede sembrar en almácigos y luego trasplantar o puede reproducirse por la plantación de bulbos, con esta modalidad se acorta el tiempo de cosecha a 60 días.
Comúnmente en el campo se utilizan los bulbos de cebolla de menor valor y se trasplantan cuando comienzan a brotar. Cada uno de los bulbos puede producir entre 4 y 5 tallos.
Necesita pleno sol, aunque soporta media sombra. Prefiere suelo suelto y con buen drenaje y es aconsejable aportar compost para favorecer su crecimiento.
Si se la deja crecer, su tallo se engrosa como el de una cebolla
La cebolla de verdeo también se puede cultivar en macetas de 30 centímetros o más de profundidad.
Cuando la base se vea rojiza y algo engrosada y el follaje tubular de un verde intenso, entonces se pueden cortar las hojas que se necesiten o directamente descalzar (sacar) toda la planta para utilizar tanto los bulbos como las hojas.