
Se los suele tildar de difíciles o mañosos, pero en condiciones óptimas de humedad y clima, los helechos toman formas esculturales y acaparan las miradas. Te contamos cuáles son las especies más cultivadas en nuestro país y cómo se cuidan.
Los helechos son ideales para sumar vegetación en patios o galerías, ya que se desarrollan bien a la sombra y aman la humedad. En interiores suelen sufrir por la sequedad que produce la calefacción o el aire acondicionado.
Nefrolepis o helecho espada (Nephrolepis)

Ampliamente comercializado, el helecho espada se cultiva tanto en exterior como en interior.
En caso de que pierda la mayoría de sus hojas por falta de riego o porque el ambiente sea muy seco, se puede cortar a ras de la tierra para que rebrote.
Es muy rústico y en los viveros se consiguen variedades con hojas rizadas, crespas, frondas onduladas.
Necesitan luz filtrada pero brillante y buena humedad ambiente.
Helecho fuerte (Blechnum)
Nativo de Sudamérica, es un helecho propio del sotobosque húmedo y sombrío de las selvas.
Eso indica las condiciones de cultivo: luz filtrada, temperaturas medias, sustrato liviano y atmósfera húmeda.
Se destaca por el color rojo intenso de sus hojas nuevas, que contrasta con las maduras, de color verde profundo. A veces pueden formar tallos (rizomas) robustos.

Culandrillo (Adiantum)
Es de origen americano, de las selvas tropicales, donde la humedad es alta y la temperatura no baja de los 18º C.
Requiere luz intensa filtrada, alta humedad y sustrato liviano.
A veces aparece en hendijas de paredes pedregosas si el lugar es húmedo y sombrío. Agradece la pulverización del follaje con agua de lluvia o destilada. Es rizomatoso, con tallos negros y frondas delicadas, con la textura de una gasa.
Cuerno de arce (Platycerium bifurcatum)
Es un helecho epífito que necesita luz filtrada, pero nunca sol directo, y alta humedad ambiente.
No conviene pulverizar las hojas. El mejor riego es por inmersión de la planta en agua.
Necesita un sustrato muy suelto y húmedo y puede cultivarse en exterior, en regiones templadas, libres de heladas.

Helecho negro (Rumohra)
Tiene gran plasticidad fenotípica, eso quiere decir que cambia sus caracteres morfológicos de acuerdo con las condiciones ambientales. Requiere luz filtrada, suelos ácidos o neutrales, y abundante agua, aunque tolera largos períodos de sequedad.
Se lo conoce como “helecho de hojas de cuero” por la dureza de su hoja. También se utiliza para acompañar ramos de flores.
Polypodium (Phlebodium)
Sus hojas son largas, con lóbulos irregulares de color verde azulado o glauco según la especie.
La medicina popular le atribuye un efecto colagogo y el té de polipodio (dos cucharaditas de raíz en 1/4 de litro de agua) se emplea para el tratamiento de afecciones biliares.
Hay que pulverizarlo a diario en el verano y tres veces por semana en el invierno, siempre que no haya calefacción. Cuando el ambiente está calefaccionado, hay que realizar los riegos como en el verano.

En general, los helechos requieren un sustrato liviano, poroso y bien drenado. La mezcla ideal debe estar compuesta por corteza y hoja de pino, resaca de río y turba; puede agregarse tierra, pero en poca proporción. Un sustrato suelto evitará el encharcamiento, perjudicial para este tipo de planta.
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