Posee una concentración extraordinaria de nutrientes que favorecen la salud y combaten las enfermedades.
Considerado por muchos un superalimento y desconocido por la gran mayoría, la moringa es un árbol del que se pueden consumir todas sus partes: desde las hojas, hasta la corteza, las semillas y la raíz; sin embargo, la forma más común de consumirla es usando sus hojas frescas o secas, donde se encuentra la concentración más elevada de antioxidantes, aminoácidos, minerales y vitaminas A, B y C.
Originario del sur del Himalaya, el nordeste de la India, Bangladesh, Afganistán y Pakistán, el árbol de moringa se ha introducido y naturalizado en nuestro país y otras regiones de Sudamérica.
En muchos lugares, la moringa es conocida como “planta de la vida” o “planta milagrosa”
Un árbol, muchos beneficios
- La moringa protege el organismo contra infecciones y enfermedades bacterianas gracias a sus propiedades antibacterianas que, además, ayudan a mantener el intestino sano.
- Ayuda a prevenir la osteoporosis debido a su alto contenido de calcio.
- Previene el acné y la aparición de manchas, además de proteger la piel, debido a sus propiedades antibacterianas.
- Brinda protección al sistema cardiovascular y ayuda a reducir la presión alta.
- Ayuda a regular la digestión, mejorando la salud gastrointestinal, gracias a su contenido de vitamina B.
- Colabora en el tratamiento de la diabetes, ya que contiene quercetina, un antioxidante que estabiliza los niveles de azúcar en sangre.
- El aceite de moringa y las cremas elaboradas a base de este árbol mejoran la calidad de la piel y el pelo gracias a su aporte de vitamina C y colágeno.
- Ayuda a reducir el colesterol
- Ayuda a combatir el insomnio
- Brinda protección al hígado
- Posee propiedades antiespasmódicas, por lo que podría ayudar a reducir los cólicos menstruales
Existen diferentes maneras de consumir la moringa: puede ser en infusión, té, semillas, cápsulas, en aceite o en polvo.
¿Cómo se puede consumir?
En infusiones: las hojas pueden hervirse con agua y prepararse en forma de te. Se usan las hojas verdes (nunca las amarillas) y se dejan a hervir de 3 a 5 minutos.
En suplementos: con moringa suelen prepararse suplementos en forma de pastillas o polvo que puede añadirse a jugos, licuados, comidas o también para preparar té.
Aceite: El aceite de moringa se extrae de sus semillas y se puede usar en ensaladas como aderezo. Tiene propiedades antiedad, antinflamatorias, reduce grasas malas y contiene omega 3.
Más notas de Árboles
Más leídas de Revista Jardín
Aunque no tengas espacio. Una verdura llena de vitaminas que podés cultivar en tu cocina
Que no decaiga. Paso a paso, qué tenés que hacer en otoño para mantener bien el jardín todo el año
El padre del paisajismo. Creó más de 1100 obras en parques, universidades y casas, que quizás conociste sin saberlo
Un puñado por día. El antidepresivo natural que mejora la memoria y es un aliado contra el estrés