El resultado de la primera medición nacional del consumo del cigarrillo electrónico en los adolescentes alertó a las autoridades sanitarias. Aunque su venta está prohibida en el país, el 7,1% de los alumnos de entre 13 y 15 años usa el dispositivo para vapear. Esto es seis veces más que en los adultos en el país.
Así surge de los datos preliminares del capítulo argentino de la 5ª Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes (EMTJ) que funcionarios de la Secretaría de Salud de la Nación le anticiparon el viernes pasado ante la Comisión Nacional de Control de Tabaco, que integran organismos académicos, gubernamentales y representantes de ONG.
El país participó en esta nueva edición del relevamiento de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) con una muestra representativa nacional de estudiantes secundarios de entre 13 y 15 años, que es la edad promedio en que se empieza a fumar. Fueron 1251 alumnos de escuelas públicas y privadas.
Mientras que el 20,2% de los adolescentes consume algún tipo de producto de tabaco, con o sin humo, el 18% fuma cigarrillos comunes, comparado con, respectivamente, el 24,1% y el 19,6% en la edición 2012 de la encuesta.
Además, un 35,3% está expuesto al humo de tabaco ajeno en el hogar. Eso aumenta al 43,7% cuando se trata de esa exposición en sitios públicos cerrados. El 32,2% vio fumar a alguien dentro del colegio.
Ocho de cada 10 adolescentes comentó que no tuvo problemas para comprar cigarrillos, aunque está prohibida la venta a menores de edad. El 66,4% lo hizo en quioscos, supermercados o vendedores en la calle. El 19% compra cigarrillos sueltos.
Tan solo un 17,5% de los estudiantes piensa que es difícil dejar de fumar y un 82,3% dijo que podría hacerlo si quisiera, cuando, en realidad, el 80% de los fumadores intenta sin éxito abandonar la adicción. Apenas el 7,8% de los chicos que fumaban habían recibido algún tipo de ayuda profesional para poder dejar de fumar.
Preocupante
Es la primera vez que también se indagó sobre el consumo de cigarrillo electrónico en los más jóvenes. La 4ª Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, que se presentó en abril pasado, reveló que lo utiliza el 1,1% de los mayores de 18 años. Ahora, en los estudiantes, el 14,4% dijo que lo había probado alguna vez, mientras que el 7,1% respondió que lo usaba actualmente.
El cigarrillo electrónico calienta un líquido con nicotina y otras sustancias químicas que produce un aerosol que el usuario inhala al vapear.
"Tanto el consumo de tabaco como la exposición a humo de tabaco ajeno en lugares públicos están mostrando una tendencia decrecientes en el tiempo con respecto de las ediciones anteriores de la encuesta, pero el consumo sigue siendo alto y es altamente preocupante el de cigarrillos electrónicos en los adolescentes de entre 13 y 15 años, lo que es un fenómeno global del que no escapa la Argentina", señaló Verónica Schoj, directora nacional de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles de la Secretaría de Salud de la Nación.
Desaconsejan su uso
Durante la reunión con la Comisión Nacional de Control de Tabaco también se repasó la información sobre los 380 casos confirmados y probables, incluidas seis muertes, en un brote de enfermedad pulmonar grave asociada con el uso de cigarrillos electrónico en Estados Unidos y que los CDC están investigando en 36 estados de ese país.
Los síntomas comunes, según se informó, son náuseas, decaimiento generalizado, disnea, dolor en el tórax y necesidad de asistencia respiratoria con internación. En la mayoría de los casos, el diagnóstico fue neumonía lipoidea (por acumulación de lípidos en los alvéolos pulmonares), además de otras formas de neumonía y neumonitis. El jueves pasado, los CDC y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) emitieron una alerta sanitaria en la que desaconsejaron el uso de los dispositivos.
Junto con los calentadores de tabaco que liberan nicotina a una temperatura menor que el cigarrillo común, se promociona a los cigarrillos electrónicos como dispositivos de riesgo reducido. Su diseño y tecnología los vuelve atractivos para los más jóvenes y se vuelven una nueva puerta de entrada al tabaquismo.
Pero la OMS advirtió: "Por ahora, no existen pruebas científicas que sugieran que la menor exposición a esos productos químicos se traduzca en menos riesgo para las personas. Se necesitarán otros estudios independientes para fundamentar las afirmaciones de riesgo/daño reducido". Los estudios disponibles hasta ahora contaron con financiamiento de la industria tabacalera, que fabrica ambos tipos de productos.
En la reunión de la comisión nacional también se analizó cómo reforzar la fiscalización del cigarrillo electrónico y alertar a la comunidad sobre los riesgos para la salud de estos nuevos dispositivos.
La EMTJ es una de las cinco encuestas nacionales de salud pública que se hicieron de manera simultánea en el país hasta comienzos de este año con asistencia técnica del Indec, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la OMS y los CDC. Los cuestionarios, como había anticipado LA NACION el año pasado, incluyeron preguntas estandarizadas e indicadores epidemiológicos o protocolos de uso internacional. El costo de las cinco encuestas fue de $228.001.412, con un préstamo del Banco Mundial a cinco años, con contraparte argentina, que se suscribió en 2015. Todos los resultados actualizarán información poblacional esencial para definir políticas públicas que era obsoleta, ya que tenían entre cinco y 13 años de antigüedad.
Qué dicen los adolescentes sobre el tabaquismo
20,2% consume algún productos de tabaco, con o sin humo
27% nunca usó productos de tabaco, pero podría hacerlo
51,8% intentó dejar de fumar en los últimos 12 meses
38,1% quiere dejar de fumar
82,3% piensa que podría dejar de fumar si quisiera
17,5% piensa que es difícil dejar de fumar
7,8 % recibió ayuda profesional para abandonar la adicción
35,3% está expuesto al humo de tabaco ajeno en el hogar
40,2% cree que el humo de tabaco ajeno es dañino para su salud
24,8% opina que fumar ayuda a la gente a sentirse más cómoda en fiestas u otras reuniones sociales
81,5% está a favor de la prohibición de fumar en lugares públicos cerrados
43,7% estuvo expuesto al humo de tabaco en lugares públicos cerrados
41,8% vio publicidad o promoción de productos de tabaco en los puntos de venta, como los quioscos
71,6% vio consumir tabaco en TV, videos o películas
4,6% dijo que un representante de una empresa tabacalera alguna vez le ofreció un producto de tabaco gratis
25,9% recibió información en la escuela sobre los peligros de consumir tabaco en el último año
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