
La nutricionista Melina Jampolis, de Discovery Health, estudia las propuestas dietarias más populares de los Estados Unidos. ¿Funcionan? ¿Cuáles son sus aspectos negativos?
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Verse bien y en forma no es sólo un deseo de las argentinas. Las mujeres estadounidenses también tienen ese anhelo y, por supuesto, son muchas las que siguen las dietas que la moda impone. "Si le dio resultado a mi vecina, funcionará", piensan y se lanzan a seguir propuestas alimentarias restrictivas que, a largo plazo, no suelen ser efectivas. ¿Funcionan? ¿Tienen efecto rebote? ¿Por cuánto tiempo se pueden seguir? Aquí abajo, algunas respuestas a tantas dudas.
"En los Estados Unidos hay unas diez dietas de moda: bajas en grasas o en carbohidratos, o centradas en porciones y en la modificación de conductas. No existe una característica común, pues cada una tiene su pequeña sugerencia", afirma la médica nutricionista Melina Jampolis. Ella es quien se encarga de describir las particularidades de estos métodos para adelgazar, los martes, a las 21, en el programa FITV´s Zona de dietas, del canal Discovery Home & Health.
The Zone es una de las principales dietas que atraen a las norteamericanas. Está basada en un balance de nutrientes: 40% de carbohidratos, 30% de proteínas y 30% de grasa. Esto ayuda a fluctuar las hormonas del cuerpo, reducir la grasa y controlar el azúcar en sangre. "Lo bueno de esta propuesta es que es fácil de aplicar en la vida diaria y es bastante balanceada", dice Jampolis.
La segunda en popularidad es Jenny Craig. "Está basada en comida preempaquetada; todo dosificado en pequeños paquetes para cada comida. Solamente hay que agregarle frutas y verduras", agrega la nutricionista. El problema es que quien la sigue depende de la porción que le llega preparada y no aprende a dosificar sus comidas.
Weight Watcher Diet, por su parte, se concentra en un cambio de hábitos alimentarios: enseña a comer menos grasa y más fibra. "Es muy útil, pues enseña a la gente a lidiar con sus tentaciones diarias, y es practicable a largo plazo. Pero implica ir a reuniones de grupo coordinadas por los cuidadores del peso."
Después sigue Dean Ornish, que es baja en grasas. Los que la practican comen muy poca cantidad de grasa: ésta representa menos del 10% de sus comidas, cuando a la gente en general se le recomienda alrededor de un 20%. Esta es, primeramente, una dieta más vegetariana, y el riesgo es que se pierda el equilibrio. Además, para producir energía el cuerpo empezará a quemar las grasas corporales y también puede perderse masa muscular.
South Beach Diet es baja en carbohidratos. Se centra en diferenciar calidades: los buenos y los malos carbohidratos, la buena y la mala grasa. Se diferencia de la de Atkins en que permite comer alimentos con buena grasa, que es la que ayuda al corazón, y no las grasas saturadas. Está dividida en tres etapas: la primera, casi sin carbohidratos, y después éstos se van incorporando gradualmente en las fases siguientes.
Una de las dietas se publicó en más de 37 idiomas, pero hace referencia a un país determinado: French women don´t get fat. Se basa en establecer una buena relación con la comida y en aprender a comer lo que sea, pero en pequeñas porciones. Es decir, concentrarse aún más en comer por placer y con calidad. Su gran aporte es ayudar a la saciedad, pues permite comer cada dos horas, obligando al cuerpo a procesarlos y así gastar energía.
Atkins es el régimen de bajos carbohidratos que da licencia para ingerir una ilimitada cantidad de grasas saturadas y proteínas. "Conduce a un estado de cetosis, es decir, un alto quemado de grasas para producir energía, ya que no se tienen carbohidratos. Pero desafortunadamente también se queman músculos", advierte Jampolis.
Además, no es recomendable para las personas con diabetes, pues contiene muchos hidratos de carbono que pueden incrementar los niveles de azúcar en sangre. "Creo que este discurso fue malo, pues permitió a toda una generación comer una hamburguesa con doble panceta y queso, siempre que se dejara a un lado el pan", opina.
También las mujeres recurren mucho a una dieta estipulada por un dermatólogo, Perricone, cuyo pilar es la comida antioxidante y una gran cantidad de salmón. "En Estados Unidos esto no es muy seguro por el elevado contenido de mercurio de algunos peces -explica la nutricionista-. Por otro lado, la dieta de Perricone implica el uso de varias vitaminas; eso no me suena coherente si de lo que se trata es de un plan saludable."
Está también el Fat Flush Plan, que está en retroceso por ser muy difícil de seguir. Es bajo en carbohidratos y se centró en diferentes y difíciles combinaciones de comidas que hizo que sus adeptos rápidamente se aburrieran y la abandonaran.
Por último está la Diet Guidelines, aprobada por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, que se basa en las recomendaciones que el gobierno de ese país da a sus habitantes para conservarse saludable ( www.nationaldairycouncil.org/nationaldairycouncil/nutrition/guidelines ). "Este plan alimentario es completo, equilibrado y regula la ingesta de vitaminas, minerales, sales y fibras -asegura-. Hasta tiene en cuenta el ejercicio físico."
Efecto rebote
Las mujeres lo saben bien: hay una cantidad ilimitada de recetas para bajar de peso, pero, ¿son realmente efectivas?
"Todas las dietas funcionan temporalmente para casi todas las personas -responde Jampolis-. El problema es cómo mantenerse en ellas. Muchas veces no funcionan porque la gente no las continúa o empieza a comer lo que tenía prohibido. Las dietas extremas, con bajas cantidades de carbohidratos o grasas, se complican en la vida diaria. Sirven para perder peso en el corto plazo, pero el éxito depende de encontrar una que funcione en el largo plazo, pues el efecto rebote a veces es peor que el sobrepeso inicial. Además, perder peso rápidamente no es saludable."
Para bajar de peso en forma saludable, continúa, "la dieta debe complementarse con ejercicio moderado, ya que es muy importante para el corazón no perder los músculos y bajar el metabolismo".
"Perder peso es saludable, siempre que se haga de manera segura: se regula el colesterol, los niveles de azúcar, los problemas de articulaciones, se mejora la circulación y la presión arterial. Pero si luego se recuperan los kilos que estaban de más, todo eso desaparece", concluye Jampolis.
Dónde consultar
- Sociedad Argentina de Nutrición: www.sanac.org.ar .
- Grupo Educador en Salud y Alimentación (GESA): (011) 4803-1042.






