
Según un experto en reumatología
1 minuto de lectura'
El 1º de octubre de 2004 el laboratorio internacional Merck Sharp &Dohme anunció el retiro voluntario del mercado mundial de rofecoxib, un antiinflamatorio muy difundido por su efectividad analgésica en enfermedades reumáticas.
El producto se comercializaba con el nombre Vioxx y estaba presente en 22 medicamentos en el mercado farmacéutico argentino. La venta de todos ellos fue discontinuada por indicación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
El rofecoxib forma parte de una categoría de medicamentos conocidos como AINE -antiinflamatorios no esteroides-, inhibidores selectivos de una enzima llamada COX-2 que desde septiembre entró en el ojo de la tormenta. Días atrás, un comité de expertos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), de los Estados Unidos, respaldó la vuelta al mercado del Vioxx, aunque con nuevas precauciones, especialmente entre los pacientes con antecedentes cardiovasculares.
Estas idas y venidas han provocado confusión entre los antiguos usuarios del Vioxx. Para aclarar las dudas sobre el uso del rofecoxib, el doctor Gustavo Nasswetter, jefe de la División Reumatología del Hospital de Clínicas, analiza los alcances de las anteriores medidas y efectúa recomendaciones.
-¿Por qué fue retirado del mercado mundial el rofecoxib?
-Fue retirado voluntariamente por el laboratorio que lo producía a la luz de algunos cuestionamientos sobre la seguridad vascular del producto. Según el resultado de estudios clínicos surgieron datos sobre la mayor frecuencia de eventos cardiovasculares entre quienes habían recibido el medicamento durante varios meses. Básicamente se estableció la mayor incidencia de presión arterial aumentada, edema por retención de agua y sal, y eventos isquémicos del corazón.
-¿La nueva recomendación del comité de expertos significa que se volverá a vender rofecoxib?
-La opinión del comité de expertos que asesora a la FDA no es vinculante; sin embargo, el organismo internacional suele seguir sus indicaciones.
-¿Las personas que estuvieron tomando Vioxx deben someterse a estudios cardiológicos o de algún otro tipo? ¿Los riesgos desaparecen una vez abandonada la droga?
-No parece razonable que después de varios meses de suspensión de este medicamento (que no tiene una vida media tan prolongada) persista algún riesgo en relación con su administración anterior. Por lo que los pacientes que en su momento recibieron el fármaco deberían realizarse un control clínico sólo si tuvieran una anormalidad en su condición clínica que así lo justifique.
-¿Todos los integrantes de la familia de los inhibidores de la COX-2 tienen riesgos para la salud cardiovascular?
-Están en el ojo de la tormenta, pero hasta ahora ningún otro fue retirado del mercado y probablemente eso no ocurra en tanto no se expidan las autoridades sobre la base del análisis exhaustivo de los estudios clínicos. Todavía está en discusión si pierden el efecto beneficioso antiagregante plaquetario de los AINE tradicionales o si agregan algún efecto nocivo que está en estudio.
-¿Quiénes deben cuidarse de recibirlos?
-Hasta tanto no se dilucide la sospecha acerca de sus efectos sobre la salud vascular, parece razonable ser cuidadoso con aquellas personas con antecedentes cardiovasculares o con riesgo de trombosis.
-¿Cuáles son los beneficios particulares de esta familia de antiinflamatorios?
-Estas drogas han evidenciado ser más seguras desde el punto de vista gastrointestinal; éste es su pilar de fortaleza terapéutica.
-¿Qué alternativas farmacológicas al rofecoxib existen en la actualidad?
-Dentro de la misma familia podemos nombrar el etoricoxib, valdecoxib y celecoxib. Además, están los llamados AINE tradicionales, como el ibuprofeno, el diclofenaco, el naproxeno, el meloxican, entre otros.
-¿Cuáles son hoy sus recomendaciones para los pacientes que requieren la administración crónica de analgésicos antiinflamatorios?
-Según un estudio realizado recientemente por la British General Practice Research entre quienes tomaban AINE tradicionales, el riesgo de infarto agudo de miocardio es mayor en los 30 días posteriores al abandono del medicamento, porque se perdería el efecto protector sobre la agregación plaquetaria. Por efecto rebote podría aparecer entonces un evento cardiovascular serio.
La investigación, publicada en la revista médica Archives of Internal Medicine, nos lleva a pensar en la necesidad de no sacar la medicación abruptamente, elegir un antiinflamatorio alternativo si por alguna razón es necesario dejar el que se estaba administrando y continuar durante un período prolongado con este tipo de tratamiento.
¿Quién le cree a la FDA?
WASHINGTON (DPA).- La confianza de los ciudadanos estadounidenses en la Administración de Drogas y Alimentos (FDA), de Estados Unidos, está declinando debido a las críticas que suscitó la retirada del mercado de Vioxx, y la población está preocupada por estrechas relaciones entre la agencia y la industria que debe regular, afirma un reciente sondeo.
La encuesta de opinión pública, realizada a 1034 adultos, demuestra que la confianza del público norteamericano en la capacidad de la FDA de garantizar la seguridad de los medicamentos cayó entre noviembre de 2004 y febrero de 2005.
En la actualidad, el porcentaje de personas que no tiene o tiene poca confianza en la FDA se encuentra por debajo del 50 por ciento.
Dos tercios de los encuestados se mostraron a favor de una revisión independiente de los procedimientos de la FDA, que está bajo críticas desde octubre, cuando el analgésico Vioxx fue retirado del mercado luego de que un estudio mostró que su consumo aumentaba el riesgo de enfermedades cardíacas.






