Vitaminas antioxidantes y radicales libres

Los radicales libres son moléculas altamente inestables, que tienen una gran capacidad de reaccionar con otras moléculas cercanas y combinarse con ellas. Son generados por el organismo como consecuencia de procesos metabólicos normales, y de otros relacionados con la forma de vida, como el contacto con toxinas ambientales, el consumo de alcohol, la exposición prolongada al sol y el habito de fumar.

Esta inestabilidad que mencionamos se debe a que los radicales libres poseen un electrón "suelto", sin pareja. Los radicales libres tienen la capacidad de reaccionar rápidamente con todas las células que tengan cerca provocando daño. Así es que recorren nuestro organismo buscando otro electrón con quien aparearse, de esta forma actúan sobre la membrana celular tomando electrones de los lípidos y proteínas que la forman y deteriorándola.

La membrana celular dañada pierde su capacidad de intercambiar nutrientes con otras células y de descartar los productos de desecho celular e impidiendo su regeneración y reproducción, acelerando de esta forma todos los procesos de envejecimiento normales.

Pero no todos los radicales libres tienen efectos nocivos, ya que algunos son generados por las células del sistema inmune, que los utiliza para destruir bacterias y virus. Esta acción debe estar controlada para que la destrucción no se extienda a otras células y este control esta a cargo de los antioxidantes.

Decimos entonces que una sustancia tiene efecto antioxidante cuando puede neutralizar a una molécula inestable sin perder su propia estabilidad molecular, impidiendo el daño en la membrana celular y su extensión de célula en célula con el consecuente perjuicio para nuestro organismo.

Los antioxidantes son un conjunto heterogéneo de sustancias formados por vitaminas, minerales pigmentos y enzimas. Las vitaminas antioxidantes son la vitamina C, la vitamina E, y algunos de los precursores químicos de la vitamina A como el a tocoferol.

Vitamina C

También conocida como acido ascórbico, es una vitamina hidrosoluble y como toda vitamina no es sintetizada por el organismo sino que debe ser aportada por la dieta, se encuentra en frutas y hortalizas en general y especialmente en cítricos, frutillas, melón, brócoli, tomate y coliflor se absorbe fácilmente en intestino delgado y se pierde también fácilmente por lo que se a conseja consumir los alimentos frescos con la mínima cocción y recién elaborados. Tiene un potente efecto antioxidante y actúa potenciando el efecto de otros antioxidantes como la vitamina E, participa en la formación de colágeno, en la formación de huesos y dientes, en la de glóbulos rojos, favorece la absorción de hierro, estimula el sistema inmune, y protege las células del cerebro y la medula espinal. Se estudia en la actualidad la relación de esta vitamina con la reducción en el crecimiento tumoral y en la reducción de la frecuencia de aparición de diabetes tipo II.

Vitamina E o tocoferol

Es una vitamina liposoluble. O sea soluble en grasas, se absorbe con cierta dificultad que varia entre el 20 y el 80% y se almacena en hígado y tejido adiposo. Tiene acción antioxidante protegiendo las membranas celulares, mantiene la fertilidad sexual y aumenta en el intestino la actividad de la vitamina A. Se encuentra en aceites vegetales oliva, maíz, girasol, soja y en cereales enteros, trigo, maíz, cebada, centeno, arroz, maíz, tapioca, y en menor cantidad carnes margarinas nueces y leche humana

Vitamina A

O tocoferol recordamos que es una vitamina liposoluble, se encuentra en mayor medida en alimentos de origen animal, hígado, pescados grasos, carnes, aceite de bacalao, y alimentos lácteos como manteca, queso y crema d leche, y en la yema de huevo, también se encuentra en forma de beta carotenos en alimentos de origen vegetal como zanahoria tomate y repollitos de Bruselas, vegetales de hoja verde, durazno, damasco y papaya.

Su acción antioxidante protege a las células de un envejecimiento prematuro interviniendo también en el normal desarrollo de tejidos en su manutención y reparación, permite el normal funcionamiento de la retina interviniendo en los mecanismos de la visión nocturna etcétera. El hígado tiene la capacidad de almacenar la vitamina A permitiendo una disminución temporal de su ingesta.

Recordamos como dijimos anteriormente, que las vitaminas y minerales son micro nutrientes que no aportan calorías a la dieta y que por lo tanto no "engordan" y son sumamente útiles para suplementar planes alimentarios de bajas calorías, sobretodo aquellos en los que se limita o suprimen las harinas y los cereales y que conllevan a un aumento de la diuresis. El aumento de la diuresis tiene un efecto de "barrido" de las vitaminas y minerales aportadas por la dieta, por lo que el uso de suplementos dietarios bajo estricta supervisión medica resulta optimo resulta óptima.

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