A Fernando le pegaron entre cuatro y él, en el piso, solo trataba de defenderse

VILLA GESELL. Cuatro a las trompadas y patadas contra Fernando Báez Sosa, que ya no podía sostenerse en pie y, al final, recibió los golpes letales en el piso. "Lo veo a Fernando como arrodillado, tratando de defenderse con los brazos, él imposibilitado de pegar", afirmó el testigo clave acerca de esta suerte de emboscada sobre una víctima indefensa.

Ubicó en tiempo y espacio al menos a cuatro personas en situación de un brutal ataque contra el joven oriundo de Recoleta, asesinado frente a la discoteca Le Brique hace diez días.

El testigo describió con precisión a dos de ellos como los que golpeaban con mayor énfasis, también con patadas, y a otros dos a los que vio de espaldas, pero que podía recordar muy bien por la ropa que vestían aquella madrugada.

Hasta el momento los testigos que pasaron por rondas de reconocimiento han ubicado a Máximo Thomsen, Enzo Comelli y Luciano Pertossi en situación de agresión directa a Báez Sosa. A al menos otros cuatro de los diez detenidos los señalaron involucrados en impedir que alguien defendiera a la víctima o dedicados a golpear, también en el piso y con similar brutalidad, a otro joven que intentaba parar el ataque.

Relató el testigo que a ese amigo de Fernando lo rodearon y golpearon algunos de esos y otros del mismo grupo, a unos pocos metros, detrás de un VW Vento que estaba estacionado frente a la discoteca.

Del informe de autopsia surgió que Báez Sosa presentaba lesiones varias en todo el cuerpo y un golpe mortal en la cabeza. El impacto le provocó un derrame cerebral que acabó con su vida.

En su declaración de ayer este testigo señaló a un joven de "camisa oscura" y del que dio minuciosos detalles físicos, que "le da piñas y patadas solo a Fernando". Y mencionó a otro de remera de color claro que le pegaba a la misma víctima, pero a la altura del torso, siempre con puntapiés.Esta mañana, en la rueda de reconocimiento de detenidos, el testigo señaló indudablemente a Máximo Pablo Thomsen como el joven de camisa oscura desabotonada y bermudas que parecía el líder de la paliza y que le dio la patada mortal a Báez Sosa.

El testigo siempre remarca esa supremacía del grupo frente a Fernando, que solo tenía cerca a uno de sus amigos, también alcanzado por parte del grupo agresor, que lo mantenía en el piso entre golpes de puño y patadas.

"Cada vez que intentaba incorporarse para ayudar a Fernando lo volvían golpear y caía al piso y le pegaban puntapiés", detalló el testigo, que hoy participa de las ruedas de reconocimiento que le darán la oportunidad de identificar a cada uno de quienes vio en aquella secuencia fatal.

El testigo, en su relato, también aparece involucrado en la escena ya que asegura que ese amigo de Fernando – del que señala que tenía zapatillas Nike blancas- era el que más tenía lastimada la boca por los golpes recibidos. "Yo después le di agua", aseguró.

Mientras transcurría la cuarta jornada de rondas de reconocimiento el abogado Fernando Burlando, que representa a la familia de la víctima, aseguró que el denominado "Testigo T", como definió al último que se incorporó a la causa y declaró ayer, fue contundente e identificó al menos a siete de los protagonistas del ataque a Báez Sosa.

También advirtió la sorpresa que este testimonio provocó en la defensa que, por circunstancias que se desconocen, no asistió a la audiencia en que se tomó esa declaración. "Hoy (el abogado defensor) se dio cuenta de la precisión y contundencia" de esta nueva declaración, resaltó.

Planteó que este nuevo testigo está "angustiado" y que "se quebró varias por no haber podido participar" para evitar el final que tuvo Fernando. En su declaración consta que se decidió a dar su versión ante la justicia luego de ver a los padres de la víctima.

"Para nosotros está todo terminado, la investigación fue contundente", insistió Burlando y advirtió que la familia de la víctima le ha pedido que "no haya ningún inocente preso". "Queremos que solo los que participaron de la golpiza estén presos", afirmó.

Informe de Darío Palavecino