A martillazos. Encuentran asesinado a golpes en un local de la peatonal a un conocido “arbolito”

SANTA FE.- El asesinato de un “arbolito”, un hombre dedicado a la compra-venta de moneda extranjera en la city santafecina, parece cada vez más un laberinto de versiones con poco –o nada- concreto. Tanto, que dos de los tres detenidos por la policía local, recuperaron este mediodía la libertad, mientras que el tercero, pareja de la mujer que atendía el negocio de ropa donde fue hallado el cadáver, continúa detenido en relación con el hecho.

Como se informó, el cuerpo sin vida de Carlos Alberto Farías, de 57 años, fue hallado este viernes por la tarde en el depósito de un local dedicado a la venta de ropa en el microcentro capitalino y, según lo estableció la autopsia, su muerte dataría de al menos 48 horas, y habría sido provocada mediante la utilización de un martillo de mano, que fue hallado en el lugar, manchado con sangre.

“Pelu” o “Pelusa” Farías, como se lo conocía en el ambiente próximo a los bancos de la peatonal San Martín y calle Tucumán, microcentro de la ciudad de Santa Fe, había dejado su vivienda, en un distrito cercano a la capital, el miércoles y ese mismo día, en horas de la noche, su familia denunció que no había regresado a su domicilio.

Por las redes sociales se inició una campaña para dar con su paradero, pero con el correr de las horas la búsqueda resultaba en vano. Hasta que ayer viernes, por la tarde, y por una denuncia anónima, la policía decidió allanar el local comercial de la firma “California Bay”, ubicado en San Martín al 2600, casi Eva Perón, donde luego de una minuciosa inspección, en el depósito del local, debajo de varias prendas, encontró el cuerpo sin vida del “arbolito”.

De inmediato se ordenó la intervención del fiscal de turno en el Ministerio Público de la Acusación, Estanislao Giavedoni, quien ordenó otras medidas complementarias para el informe, incluyendo la detención de C.S (la mujer) y L.R (el hombre), ambos de 32 años y a cargo del local en ese momento.

Tras el retiro del cadáver, los vecinos del local admitieron que desde hacía un día percibían un olor nauseabundo y que no podían entender que ante semejante panorama el negocio mantuviera abiertas sus puertas y nadie haya denunciado la anormalidad.

También trascendió que, por varias cámaras de video instaladas en los negocios de la cuadra, se determinó que Farías, un hombre que gozaba actualmente de una buena situación económica, y que conducía una camioneta Fiat Toro, arribó al centro de esta capital pasadas las 14 y dejó estacionada el vehículo en una cochera de calle 25 de Mayo, entre La Rioja y Tucumán. De allí caminó unos 250 metros hasta el local de California Bay donde ingresó minutos después. Desde entonces nunca se lo vio salir al arbolito santafecino.

Ahora, los especialistas de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) tratan de establecer el motivo de la visita al local, donde encontró la muerte.

Tras la detención de la pareja de vendedores del local donde la policía encontró el cuerpo sin vida de “Pelusa”, se amplió y aceleró la investigación hasta lograr la detención de un tercer supuesto involucrado. Se trata de un joven de 22 años, pareja de la vendedora, que habría sido observado por las cámaras de vigilancia un rato después del ingreso del “arbolito” a dicho local comercial.

Según la información a la que accedió LA NACION, la detención de la tercera persona en la causa se dio cuando el joven se presentó en la División Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) para visitar a su pareja, una de las primeras detenidas en el caso. En ese momento, los investigadores lo reconocieron como una de las personas visualizada en las filmaciones de las cámaras de seguridad que tras el arribo de la víctima abandonó raudamente el local.

En las últimas horas, ante una consulta de LA NACION, los investigadores se mostraron confiados en lograr rápidamente una resolución del caso. Lo que se trata de establecer ES si Farías ingresó al local comercial donde luego halló la muerte con el propósito de efectuar una transacción de divisas o por otro motivo. Su familia dijo que “Pelusa no tenía enemigos ni estaba en negocios sucios. Siempre se manejó por derecha”, apuntó un familiar.

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