Absolvieron a todos los acusados por el crimen de Paula Perassi en Santa Fe

ROSARIO.- Tras un mes y medio de audiencias en el juicio por la desaparición de Paula Perassi hace siete años, el tribunal oral absolvió hoy a los nueve acusados, entre ellos, a un grupo de policías que realizó la investigación y al ex amante de la víctima y su esposa, que cargaban sobre sus espaldas con pedidos de prisión perpetua de parte de la fiscalía, acusados de aborto seguido de muerte. La investigación se centró en la posibilidad de que Perassi, cuyo cuerpo nunca apareció, haya muerto cuando la forzaron a abortar el hijo que llevaba en el vientre, fruto de la relación extramatrimonial.

El fallo generó una catarata de críticas a la Justicia, entre ellos, las de Alberto y Alicia Perassi, los padres de Paula, que esperaron sentados en reposeras en la puerta del Centro de Justicia Penal, junto a centenares de miembros de organizaciones sociales, el veredicto que se transformó en una pesadilla para ellos. Se abrazaron y lloraron tras escuchar la palabra "absolución", mientras un grupo de manifestantes gritaba "¡Paula, presente!".

Perassi tenía 34 años cuando desapareció. Vivía en San Lorenzo con su esposo y dos hijos. Y estaba embarazada de pocos meses, presuntamente de una relación extramatrimonial con el empresario Gabriel Strumia.

El 18 de septiembre de 2011 Paula recibió un llamado telefónico cerca de las 20 y partió de su casa diciendo que tenía que buscar algo para sus hijos, para la escuela. Pero ya no volvió a su casa. Al día siguiente de su desaparición, su esposo hizo la denuncia, pero la causa entró en un terreno oscuro de complicidades entre el empresario, su familia y la policía. Alberto y Alicia Perassi nunca pudieron encontrar el cuerpo de su hija, a pesar de la búsqueda que hizo el Equipo Argentino de Antropología Forense.

La historia de la desaparición de Paula Perassi sumó otro capítulo cargado de impunidad, tras una investigación que pasó por dos jueces y fiscales, con una instrucción cargada de vicios e irregularidades; algo que denunció durante los últimos años el padre de la víctima, que debe usar chaleco antibalas por las amenazas de muerte que recibió en su camino por reclamar justicia.

Los principales acusados eran el empresario Strumia; su esposa, Roxana Michl; su empleado, Antonio Darío Díaz, y la partera Mirta Ruñisky, a quienes se les atribuyó la privación ilegítima de la libertad y el aborto no consentido seguido de muerte de Paula, que estaba embarazada al momento de su desaparición. También estaban imputados por encubrimiento agravado el comisario Adolfo Puyol y los policías Gabriel Godoy, Jorge Krenz, Aldo Gómez y María José Galtelli.

Antes del final del juicio y de que se conociera la absolución, la presidenta del tribunal ensayó un prólogo atípico a la hora de dar el veredicto. Los jueces dictan la sentencia y diez días después se conocen los fundamentos. Pero la magistrada Griselda Strólogo prefirió usar este artilugio porque sabía que el fallo iba a traer polémica.

"Nos encontramos ante un caso de enorme trascendencia social que nos conmueve y nos moviliza a todos, esto de tener a una persona desaparecida. Entendemos que es totalmente legítimo el dolor de su ausencia y el pedir respuestas antes que venganza", señaló la jueza, que agregó que "la labor de este tribunal de juicio es verificar si se habían reunido pruebas".

Strólogo apuntó que los acusadores "no lograron probar que las personas acusadas son culpables de los delitos que se les achaca". "Todos escuchamos la versión de los acusadores de lo que supuestamente había ocurrido con Paula, que no surgió de investigaciones estatales sino una serie de datos, comentarios, recolectados desde el dolor por su ausencia, armados por el imaginario popular, que se fue armando con el tiempo y el clamor social", sostuvo la jueza.

"Si se corrompen los investigadores todo crimen puede ser perfecto", ironizó el abogado Adrián Ruiz, que representó a la familia Perazzi. El letrado se refirió a las investigaciones que hizo el entonces juez de San Lorenzo Edgardo Filocco, actualmente jubilado, y a la policía, que intentaron en todo momento, según la querella, encubrir el crimen.

El fiscal Donato Trotta, que intervino en el juicio, consideró que había pruebas para condenar a los acusados. En el inicio del juicio había pedido prisión perpetua para cuatro de los imputados, entre ellos, Strumia y su esposa.

"Teníamos testigos directos de la reunión previa a la desaparición de Paula, donde una persona reconoció a Strumia y al chofer; teníamos pruebas de un rastreo de perros, que es una prueba que no se discute en ninguna parte del mundo. Sin embargo, me parece que hay elementos que hacen presumir que el tribunal se apartó de esa prueba que es por demás indiciaria", afirmó el funcionario a los medios de prensa.