Seis balas, seis razones: el fuerte gesto del fiscal que definió a Nicolás Pachelo como un criminal de raza

Patricio Ferrari, uno de los fiscales generales adjuntos de San Isidro, agarró con firmeza el micrófono y sostuvo: “Esta acusación pública va a demostrar de manera irrefutable que Nicolás Pachelo es el responsable del crimen de María Marta García Belsunce”. Así, el representante del Ministerio Público presentaba los lineamientos de la acusación contra el exvecino de la víctima en el comienzo del tercer juicio por el homicidio ocurrido el 27 de octubre de 2002 en el country Carmel, en Pilar. Asesinato que, casi 20 años después, está impune.

El debate, a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 4, comenzó ayer a las 11.01 en la sala de audiencias del edificio de los Tribunales de San Isidro. En el banquillo de los acusados no solo está Pachelo. Por el crimen de García Belsunce también serán juzgados dos exvigiladores de Carmel, Norberto Glennon y José Ortiz.

Los dos otros imputados que llegaron a juicio son Matías Marasco e Iván Martínez, supuestos cómplices de Pachelo en una serie de robos en el Tortugas Country Club de Pilar ocurridos durante la Semana Santa de 2018.

A María Marta le dispararon seis veces en la cabeza con un viejo revólver calibre 32. Ferrari hizo una analogía con los proyectiles para hacer referencia a seis de las razones por las que el Ministerio Público Fiscal considera al exvecino como el asesino de Carmel.

Para cada una de ellas tenía una bala, calibre 32, la misma cantidad de proyectiles que disparó el asesino de María Marta el 27 de octubre de 2002.

“En línea con la cantidad de disparos que deliberadamente Nicolás Pachelo efectuó en la cabeza de la víctima, son solo seis las razones que sintéticamente la acusación va a esbozar a esta altura para demostrar la plataforma fáctica”, sostuvo Ferrari.

Y, al apoyar un primer proyectil sobre una pequeña mesa ubicada en el medio de la sala de audiencias, espetó: “Pachelo asaltó prácticamente todas las casas que rodeaban perimetralmente a la de la víctima, particularmente los días domingos entre las 18 y las 20; esa era su zona de confort criminal”.

Al apoyar la segunda bala, Ferrari, sostuvo: “Pachelo, meses antes de la muerte de María Marta García Belsunce, le sustrajo a ella su mascota, su perro Tom, el hijo que con Carlos Carrascosa [el esposo] no habían podido tener” para exigir un rescate. El perro nunca apareció. Y, desde ese episodio, la víctima le tuvo miedo a su vecino y abogó para que lo echaran del country Carmel, que había fundado su padre, Roberto Pachelo.

La tercera razón, según Ferrari, fue que “Pachelo era usuario irregular de un arma de fuego de idénticas características de la usada para cometer el crimen”.

Al apoyar sobre la mesa la cuarta bala, esbozó la cuarta razón: “Formuló una coartada absolutamente falsa desde el momento mismo de la comisión del crimen”. Pachelo escuchaba con atención. También sus abogados.

Las quintas y sextas balas fueron para las siguientes razones: “Amenazó y hostigó a la totalidad de testigos que se interpusieron por delante de él a la hora de clarificar el hecho. Su perfil de psicópata con necesidad de control, dominio, y triunfo sobre el hecho mostrarán a todas luces un comportamiento plenamente coincidente con el responsable del crimen” y “dejó un vestigio material en la escena del crimen y consecuentemente del autor del hecho”, por el famoso pituto.

Absolución

Los abogados de Pachelo adelantaron que pedirán la absolución. “María Marta García Belsunce murió, pero no a manos de Nicolás Pachelo. Nunca entró en la casa [de la víctima]. No lo digo yo, lo dice la investigación. No existen pruebas”.

“Es mucho lo que hay para decir. Han transcurrido casi dos décadas sin que el Estado haya sido capaz de mostrar una respuesta sobre el caso, no solo a la víctima, sino a la sociedad en su conjunto. El derecho a la verdad es un derecho humano. La fiscalía se ha propuesto establecer su labor a través de un nuevo paradigma. No se trata aquí de realizar una visión sesgada, una tímida conformación de informes forenses y de testimonios, sino que la actividad de los operadores judiciales requiere de un análisis de la evidencia para desandar el recorrido del conocimiento hacia la verdad. Vamos a presentar una verdad demostrable a través de la incorporación de información de calidad que les permitirá a los jueces encontrar la salida a este laberinto gris que se inscribió a este expediente”, fueron las primeras palabras de Ferrari, mientras era escuchado los integrantes de tribunal, los jueces Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin; los acusados y sus abogados defensores, y el letrado Gustavo Hechem, que representa al esposo de la víctima, Carlos Carrascosa.

Pachelo, de 46 años y que está con prisión preventiva por robos en countries, escuchaba con atención a Ferrari. Por momentos le hacía comentarios a sus abogados, Roberto Ribas y Marcelo Rodríguez Jordán. Se lo vio con más canas y con un rostro que refleja el paso del tiempo y los cuatro años y tres meses que lleva detenido.

“Hubo una investigación preliminar cuanto menos defectuosa [instruida por el fiscal Diego Molina Pico]. Dos juicios orales y públicos. Es hora de terminar. Somos de la convicción de que con amplitud de prueba, prudencia y templanza se arribará a una inequívoca solución. Este Ministerio Público va a demostrar que Nicolás Roberto Pachelo indiscutiblemente es el asesino de María Marta García Belsunce”, afirmó Ferrari.

El representante del Ministerio Público describió a Pachelo como “un criminal de raza vinculado al mundo del delito desde la adolescencia. Con un coeficiente intelectual superior a la media. Sin embargo, en este caso ha cometido más de un error. Psicópata, narcisista. Ludópata empedernido. Capaz de matar, y mucho más”.

Antes de Ferrari, el fiscal Fernando González presentó la acusación de los robos en los countries. “Vamos a acreditar que el imputado Pachelo se dedicaba a robar viviendas en emprendimientos urbanos, en especial de la zona norte. Empresa criminal que emprendió en 2000 y llevó a cabo hasta 2018. Para los atracos utilizaba un conocimiento previo del lugar. Esa empresa criminal, de la que participaron Marasco e Martínez, le reportó un beneficio económico de 120.000.000 de pesos”, dijo el representante del Ministerio Público.

González describió robos ocurridos en Nordelta, en los countries Tortugas, en Pilar; Los Pingüinos, en Ituzaingó, y en El Carmencito y Abril, ambos situados en Hudson, donde se hizo de relojes, dólares, euros, anillos de brillantes, joyas, una pistola Glock calibre 40, cajas de seguridad y hasta una barra de oro, entre otros objetos de valor.

Planteo rechazado

La audiencia terminó cuando el tribunal rechazó la intención de juzgar primeros los robos en lo countries y después el homicidio de García Belsunce. Hubo fuertes cruces entre Ferrari y el juez Rossi.

El Ministerio Público Fiscal le recrimina a Rossi que antes de dejar la presidencia del tribunal, en abril pasado, en manos de Ecke, cambió el orden de los delitos para juzgar. Los fiscales pretendían demostrar que el modus operandi de Pachelo: se repitió antes y después del crimen de María Marta y que el robo en la casa de la socióloga terminó con el homicidio de la víctima porque ella lo reconoció.

La intención de comenzar el juicio con el debate por los robos en los countries, ya había sido rechazada en audiencias preliminares y es uno de los conflictos que jueces y fiscales mantienen y que originó una recusación por parte del Ministerio Público, situación que todavía no fue resuelta.

“Usted, doctor Rossi cambió el orden. Nos cambiaron la teoría del caso”, espetó Ferrari. Y agregó: “El juicio es único y la teoría es nuestra. El orden de los testigos lo ponemos nosotros. Si el tribunal persiste, creemos que es una injusticia y nos causa un gravamen seriamente irreparable.

Finalmente, el debate continuará pasado mañana a las 10.30 con las primeras declaraciones testimoniales.

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