Córdoba: un hombre se atrincheró en su casa, tomó de rehén a su mamá y se tiroteó con la policía
El ahora detenido fue denunciado por su madre tras llegar alcoholizado a su domicilio; tras más de siete horas de negociaciones, un grupo de asalto logró sorprender al hombre de 30 años mientras descansaba
Un hombre de 30 años protagonizó un violento episodio en Córdoba, luego de atrincherarse en su casa, tomar a su mamá como rehén y luchar contra la policía local a puro escopetazo. El incidente dejó en vilo a la pequeña ciudad de Deán Funes, a 120 kilómetros al norte de la capital cordobesa.
Todo se produjo a primeras horas de la mañana del sábado, según reconstruyó el diario local La Voz. Gastón Ibarra (30), el detenido, llegó a su casa en el barrio La Feria en estado de embriaguez y con una actitud desafiante hacia sus familiares. En consecuencia, su madre decidió llamar a las fuerzas de seguridad.
Al momento en que los uniformados se hicieron presentes en las inmediaciones del domicilio, el individuo ya se había atrincherado, había utilizado de escudo a su mamá y se negaba a salir. Si bien la Policía buscó negociar en un principio, el atacante optó por responderles con disparos.
Pasaban las horas e Ibarra no estaba dispuesto a liberar ni a su propia madre ni a su pareja e hijo, que también se encontraban dentro de la vivienda. Alrededor de las ocho de la mañana, y tras dos horas de un ida y vuelta sin éxito, las fuerzas de seguridad se retiraron momentáneamente de la zona.
Fue entonces que el sujeto de 30 años aprovechó para salir de su residencia y pasearse por entre los patrulleros con escopeta en mano. Uno de los policías que por allí se encontraba tuvo el infortunio de topárselo y recibió dos tiros, uno en el hombro y el otro en la mano derecha. Afortunadamente, solo necesitó puntos de sutura.
Cerca del mediodía, el atacante liberó a sus familiares y se quedó cinco horas más en la casa. No fue hasta las 16.30 que las autoridades notaron que Ibarra llevaba tiempo sin comunicarse y enviaron a un grupo de asalto para verificar la situación del individuo. Lograron sorprenderlo mientras descansaba y lo apresaron.
Personal de los equipos especiales de la Policía (SEOM y Guardia de Infantería) terminaron por trasladarlo a un hospital local, donde le realizaron exámenes médicos y psiquiátricos de rutina. La hipótesis policial sugiere -por el momento- que la actitud del detenido se debía solamente a que estaba alcoholizado.
Sin embargo, no se descarta realizar pruebas adicionales para determinar si se encontraba bajo la influencia de alguna otra sustancia o si padece de algún tipo de trastorno mental o emocional más severo. Fuentes policiales precisaron al medio local que Ibarra contaba con antecedentes por violencia familiar.
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