Descontrol, robos y desmanes en un cortejo fúnebre de motoqueros

Mediodía. Comerciantes que venden flores en las inmediaciones del Cementerio Municipal de Lomas de Zamora cierran sus puestos ante las agoreras advertencias sobre un cortejo fúnebre que se acercaba protagonizando robos y desmanes. No era la primera vez que sucedía. La historia, dicen, se repite con frecuencia. En esta oportunidad, los protagonistas fueron motoqueros que despedían a un amigo. Antes de llegar al cementerio, según fuentes policiales, en Villa Centenario, robaron una moto Yamaha YBR 125 y un morral a un hombre de 34 años.

Según los vecinos y fuentes policiales, el violento incidente ocurrió durante el funeral de un ladrón que falleció el domingo pasado, cuando chocó contra un camión la moto en la que circulaba por el Camino Negro. La moto, una Honda Tornado, había sido robada el 24 de septiembre pasado en Villa Fiorito.

Gabriela, vendedora flores que tiene su puesto en uno de los portones, señaló que le avisaron que venían los motoqueros y cerró el negocio. Otra vendedora, María del Carmen, que trabaja en otro puesto de flores, afirmó que nunca había visto allí un caso igual, de tanta violencia.

"Hubo más de cien motos con dos personas cada una. Atacaron a una jubilada a la que hirieron en la cabeza para robarle. También dañaron algunas lápidas y le robaban a la gente. La policía actuó bien, contuvo a los violentos y nos protegió", agregó Gabriela.

"Tengo 80 años y desde los 9 que trabajo en el puesto de flores. Nunca viví algo tan violento. Fue una multitud. Apenas tuve tiempo de cerrar el puesto. Cuando llegó la policía se dispersaron y dejaron las motos tiradas", expresó María del Carmen.

Una vez dentro del cementerio intervino personal de la Policía local y del Comando de Patrullas de Lomas de Zamora, a los que se les sumaron efectivos de la Gendamería Nacional. Secuestraron cinco motos que habían quedado abandonadas dentro del camposanto, entre ellas, aquella sustraída en Villa Centenario.

Fuentes policiales desmintieron que en el cortejo fúnebre alguno de los motoqueros hubiese disparado al aire. Además, según lo que declaró Jorge Zaccaria, director general de Mantenimiento del Cementerio Municipal de Lomas de Zamora, en el interior de la necrópolis no se cometieron delitos. Así quedaron descartadas las versiones de que el grupo de motoqueros había robado placas de bronce.

"Se tomó intervención porque el grupo que participaba del cortejo fúnebre protagonizaba robos, como el caso de la moto sustraída en Villa Centenario", explicó una fuente policial.

En el cortejo fúnebre habían participado amigos de Miguel Augusto Rapetti, de 18 años. Ese joven murió el domingo pasado en un accidente de tránsito en Villa Fiorito. Él y su amigo Ariel Pintos circulaban en una Honda Tornado que tenía pedido de secuestro activo por robo desde el 24 del mes pasado.

En el accidente, Pintos quedó herido y fue trasladado al hospital Gandulfo, donde quedó internado hasta hoy con custodia policial, en calidad de aprehendido, según informaron fuentes policiales.