Entradera: un escribano sufrió un mortal infarto luego de ser amenazado por varios delincuentes en un asalto en la casa de su madre

Un escribano de 56 años murió pocos minutos después de sufrir una entradera en la casa de su madre, de 84 años, ubicada en La Plata. Rafael Morcillo falleció como consecuencia de un ataque cardíaco en la calle 38, entre 12 y 13, cuando pedía ayuda a los vecinos luego de ser víctima de un violento robo.

Morcillo tenía una importante trayectoria profesional y había sido presidente de la Delegación La Plata del Colegio de Escribanos de la provincia de Buenos Aires entre 2010 y 2014.

El mortal atraco sucedió esta mañana, por después de las 9.30, cuando la víctima había llegado a visitar a su madre. En ese momento fue sorprendido por un grupo de, al menos, cinco delincuentes armados. Tras la fuga de los ladrones, con un botín estimado en US$1000, Morcillo logró pedir ayuda a los vecinos. En ese momento, según el relato de los testigos, la víctima del homicidio se descompensó tras la situación vivida ante los ladrones. Falleció en la casa, antes de la llegada de los médicos y policías que habían sido alertados del caso mediante un llamado al 911.

El hecho es investigado por la fiscal Virgina Bravo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7, quien dispuso la autopsia correspondiente para determinar oficialmente las causas del deceso.

Conocer la mecánica del hecho permitiría a la justicia definir la acusación en caso de que sean atrapados los autores de la entradera. Es que hay antecedentes de condenas de homicidio a ladrones que provocaron con su acción la muerte de la víctima del atraco por un infarto.

Si bien los delincuentes no generaron con sus propias manos la muerte de Morcillo, esos antecedentes judiciales podrían avalar una calificación de homicidio para aquellos que generaron la situación de tensión extrema que derivó en la falla cardíaca.

Así se consideró un caso ocurrido también en la ciudad de La Plata, donde en 2012 fueron condenados a 11 años de prisión dos hombres que ingresaron a robar en 2008 en la casa de Enrique Muñoz, quien sufrió un infarto en ese momento. La muerte de Muñoz se registró dos meses después del robo, pero el tribunal entendió que fue como consecuencia directa del infarto sufrido en el momento del asalto y, en consecuencia, condenó a los dos ladrones por ese homicidio.

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