Horror en Belgrano: Piden que sea enjuiciado el hombre acusado de matar a su expareja y dejar el cadáver en la bañera

La última actividad que se registró en el teléfono celular de Laura Sanoner fue el 16 de agosto pasado. Treinta y cuatro días después, el cuerpo de la mujer, que tenía 51 años, fue hallado en la bañera de su departamento de Belgrano. Fue asesinada en un contexto de violencia de género y con enseñamiento y alevosía. La mataron para robarle 8600 dólares, entre 300.000 y 500.000 pesos, una notebook, alhajas y joyas de oro. El supuesto autor del homicidio fue una expareja, Diego Arener, que fue identificado por unas huellas en un perfume y en un vaso levantados en la escena del crimen, y ahora está a un paso de enfrentar un juicio oral.

En las últimas horas, el fiscal José María Campagnoli, a cargo de la investigación, solicitó que se clausure la instrucción de la causa y que sea elevada al “tribunal oral que resulte sorteado”.

Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. “Es posible concluir, entonces, que Arener llevó adelante el brutal femicidio de Sanoner con el fin de apoderarse del dinero que la víctima tenía en su domicilio. Para ello, aprovechó la relación de pareja que tenía con ella, concurrió a su departamento, le hizo ingerir sustancias que la colocaron en una situación de absoluta indefensión y le infligió lesiones en su cuerpo mediante la comprensión del tórax y golpes, provocándole la fractura de costillas y equimosis. También la amedrentó con un cuchillo y le efectuó dos cortes en el cuello. Antes de matarla, y a costa del sufrimiento de la víctima, obtuvo la información necesaria para apoderarse del dinero y las demás pertenencias que la víctima guardaba en su casa. Finalmente, le colocó una sábana cubriendo completamente su cabeza y la amordazó con una media hasta asfixiarla”, sostuvo el fiscal Campagnoli en el requerimiento de elevación a juicio.

El crimen de Sanoner fue descubierto el 19 de septiembre pasado, cuando el padre de la víctima, Edgardo Sanoner, que en esos momentos tenía de 84 años, fue al departamento de su hija porque hacía varios días que no tenía noticias de ella. El hombre concurrió al edificio, situado en 11 de Septiembre 1888, acompañado de un cerrajero, y antes de ingresar llamó a la Policía de la Ciudad.

La víctima vivía en el departamento cuarto del octavo piso. Apenas Sanoner y el personal de la Policía de la Ciudad abrieron la puerta del living, los atrapó un olor nauseabundo. Caminaron por un pasillo hasta la habitación en suite. En el baño estaba Laura. Estaba en la bañera, con la cabeza cubierta con una sábana blanca y una media de lana que le cubría la boca. La autopsia determinó que había sufrido una asfixia mecánica por sofocación.

La fecha precisa del homicidio no se pudo determinar. El crimen “ocurrió en una fecha aún no determinada, pero que podría haber tenido lugar entre el 16 de agosto pasado, data del último registro del teléfono de la víctima, y, cuanto menos, 15 días antes de que el cadáver fuera hallado”, se sostuvo en el expediente judicial.

En octubre pasado, Arener, de 42 años, fue procesado con prisión preventiva por el juez Gustavo Pierreti, que subroga el juzgado en lo Criminal y Correccional porteño N°13, por el delito de homicidio triplemente agravado por el vínculo, por haber sido cometido criminis causae y mediante violencia de género.

“La muerte de Sanoner se produjo como consecuencia de asfixia mecánica por sofocación. La sábana, que le cubría por completo la cabeza y la media atada sobre ella a modo de mordaza, le provocaron la tracción de las comisuras de los labios y la consecuente apertura de la boca, que junto con la sábana, obstruyeron las vías respiratorias e impidieron el ingreso de aire”, según se explicó en el expediente judicial.

Además, el sospechoso tiene antecedentes en la provincia de Santa Fe, donde estuvo detenido entre 2016 y 2021 –condenado a 20 años por el homicidio en ocasión de robo de un remisero–, lapso en el cual violó varias veces salidas transitorias que le fueron otorgadas. Cuando sucedió el homicidio de Sanoner, Arener tenía un pedido de captura vigente, informaron fuentes judiciales.

En la investigación participaron la Secretaría de Investigaciones de Penales (SIPE) de la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja (Ufecri) y la División Homicidios de la Policía de la Ciudad.

Tras la detección de pruebas en la escena por parte de la Policía Científica, se llevaron a cabo averiguaciones sobre la expareja de la víctima, quien hizo varias compras costosas después del crimen, entre ellas una moto de alta cilindrada –por la que pagó $990.000 en efectivo– y un Volkswagen Vento, que adquirió a fines de agosto en 16.200 dólares y puso a nombre de su actual pareja, Pamela G., que terminó procesada por encubrimiento.