"Jamás le pediría disculpas a Tognoli", dijo la mujer que denunció vínculos narcos

Tras la liberación de Hugo Tognoli , el ex jefe de la policía santafecina, Norma Castaño, mujer que en 2003 comenzó a denunciar la supuesta complicidad de algunos sectores de la policía santafecina con bandas de narcotraficantes, dijo que no se disculpará.

"Jamás le pediría disculpas [a Tognoli] porque él es responsable de las amenazas que recibo", dijo Castaño en declaraciones a 360 TV .

"A mi casa vino Mendoza (narco) a decirme, de parte de Tognoli, que retire la denuncia en el Juzgado de Troncoso, me ofrecieron plata y, mientras me estaban extorsionando, me filmaba el policía que vive enfrente de mi casa. Después ese video se encontró en la casa de Mendoza y yo me pregunto: ¿qué hacía en la casa de un narco el video grabado por un policía?", se cuestionó la mujer.

Tognoli, que estuvo detenido 15 días por una investigación basada en escuchas telefónicas que supuestamente lo vinculaban con el narcotráfico y la trata de personas, fue liberado ayer. El juez federal de Rosario Carlos Vera Barros le dictara la falta de mérito.

"Nosotros lo teníamos asumido, sabíamos que iba a ser así, porque si en dos años no se había investigado, no iban a tener pruebas para la causa, aunque las evidencias están a la vista", se lamentó Castaño.

Los lamentos de Tognoli

"Fui un preso político. Todo lo que viví fue una pesadilla. Pensé que en la República Argentina el «Nunca Más» existía, que no se colocaba presa a una persona que es inocente". Esas fueron las palabras del ex jefe policial cuando se le concedió la libertad.

"Nunca perdí la tranquilidad; sabía que estaba envuelto en algo que no había cometido ni que había existido. [La causa] se politizó desde un primer momento y me sentí el jamón del sándwich. El viernes 19 de octubre, a las 6.40, recibí una llamada del ministro de Seguridad [Raúl Lamberto]; me contaba que estaba la TV Pública en la puerta de su casa y me pedía explicaciones sobre un hecho publicado en un diario nacional [Página 12]. Se ordenaban mi detención y el allanamiento de mi morada. Quedé estupefacto; no podía explicar lo que nunca había hecho", relató Tognoli.