Parricidio en Neuquén: "Mis hijos no van a vivir más con terror", dijo la viuda
"Mis hijos son buenas personas. Ahora van a salir adelante. Vivían con terror", dijo, en un crudo relato, la viuda de Rolando Jara, el hombre asesinado por dos de sus hijos el domingo a la mañana en la localidad neuquina de Zapala. La mujer, Hilda Acuña, habló de la violencia familiar que ejercía el padre de familia tanto con ella como con los jóvenes. Hoy, la Justicia dictó prisión domiciliaria para los hermanos en tanto continúe la investigación.
"Ese día [por el domingo], [Jara] me dijo: «Vengo a matar a mis hijos» y subió con un cuchillo. Mis hijos estaban durmiendo y se despertaron. Uno se envolvió en una frazada por si pasaba algo", recordó Acuña en una entrevista realizada por diario Río Negro. No era la primera vez que el hombre actuaba de manera agresiva y los jóvenes salían en defensa de su madre. "Siempre fue violento, desde que lo conocí hace 28 años. Un día me dijo: «Te voy a matar», pero yo le contesté que iba a defender a mis hijos hasta la muerte", agregó la mujer.
El domingo a la mañana, y tras una violenta pelea, Jara fue asesinado por dos de sus cuatro hijos. En plena vía pública, uno de los jóvenes lo decapitó ante la mirada azorada de los vecinos. Hace unos minutos, la jueza de Garantías de Zapala, Leticia Lorenzo, concedió la prisión domiciliaria para los hermanos. Fernando y Matías, que siguen procesados por el homicidio calificado de su padre, se alojarán en la vivienda de una conocida y no podrán salir, consignó el diario Río Negro.
"Nosotros no podíamos hacer nada. Mi papá estaba borracho y nos pegaba porque no había un plato de comida cuando él llegaba. Se la agarraba con mi mamá, a nosotros no nos quedaba más que poner el cuerpo", dijo Diego Jara, uno de los hermanos de los detenidos al mismo medio rionegrino.