Piden preventiva para los detenidos por el doble crimen de Cañuelas

El fiscal de Cañuelas Rodolfo Robatto solicitó esta mañana la prisión preventiva para los dos detenidos acusados de asesinar a los hermanos Marcelo y Leonardo Massa, dueños de un supermercado de esa ciudad, y consideró que el móvil del doble crimen fue un robo y no una venganza, informaron fuentes judiciales.

El pedido recae sobre Ignacio Chavero, acusado de ser el autor material del doble crimen, y Fernando Marconi, señalado como responsable intelectual de los homicidios.

En su pedido ante el juez de Garantías de La Plata, Guillermo Atencio, el fiscal imputó a los detenidos el delito de "doble homicidio calificado criminis causa", es decir matar para ocultar otro delito. Además, acusó a Chavero por "portación ilegal de arma de guerra", informó la agencia Télam.

Las pruebas

Para el fiscal Robatto, según consignó Télam, las pruebas principales que incriminan a los acusados son los reconocimientos positivos que sindicaron a Chavero como el delincuente que entró armado al supermercado y ejecutó a los hermanos con una pistola calibre 9 milímetros y a Marconi como quien conducía la moto que emplearon para llegar y huir del lugar.

Además, en uno de los allanamientos que se hicieron para detener a Marconi, fueron hallados restos de una campera como la que llevaba puesta el asesino y de una zapatilla completamente calcinada que se cree era la que completaba el par de un calzado marca New Balance talle 42 -como el de Chavero-, que al homicida se le salió en la huída.

Respecto a esa zapatilla, el fiscal mandó a hacer un estudio de ADN para intentar hallar descamaciones de la piel en su interior o en los cordones con el fin de extraer un perfil genético que pueda cotejarse con el de los sospechosos.

El crimen

Los asesinatos de los hermanos Leonardo y Marcelo Massa fueron cometidos el domingo 1° de julio pasado a las 19.40 en el supermercado Doña Rosa, situado a cinco cuadras de la municipalidad de Cañuelas, en Libertad e Irigoyen.

El hecho provocó el repudio de los vecinos, que al día siguiente de los crímenes se movilizaron para reclamar justicia y más seguridad.

Desde un principio se instaló la sospecha de que se trató de una venganza, cometida por un ex convicto (Marconi) que estuvo en prisión seis años tras haber asaltado a uno de los hermanos Massa, que esa vez fue baleado y perdió un riñón.