Robaron la histórica placa que estaba colocada en el diario La Capital

El clima de tensión instalado en Rosario por la epidemia de violencia narco tuvo una inusual derivación, ya que en medio de turbulentos días judiciales en esa ciudad no pasó inadvertido el robo de una histórica placa de bronce que estaba colocada en la fachada del diario La Capital.

“Las columnas de La Capital pertenecen al pueblo”, era la frase que podía leerse en el ingreso del edificio ubicado en Sarmiento al 700, en el microcentro rosarino. La placa sostenía la declaración de principios de Ovidio Lagos, quien fundó ese periódico el 15 de noviembre de 1867.

“Todo un símbolo (en referencia a la desaparecida placa) de la libertad de prensa, que también aparece amenazada en un marco sugestivo: el hecho se produjo a horas de la disolución, por parte del intendente Pablo Javkin, de la Guardia Urbana Municipal (GUM). Justamente por el empuje que le dieron a la disolución de la GUM, el periodista Pablo Motto, que trabaja para el mismo grupo empresario que integra La Capital, recibió amenazas. Como sea, ningún tipo de intimidación tendrá como respuesta el silencio o el fin de las críticas de lo que está mal en la ciudad”, fue el mensaje expresado por el matutino rosarino a sus lectores al informar en la edición web sobre el robo.

Y se agregó: “Que las calles del centro de Rosario se han convertido en un desierto en los últimos meses no es novedad ni sorprende. No solo por las medidas restrictivas por la pandemia de coronavirus, que llevaron a los comercios a cerrar más temprano que lo habitual, minutos más allá de las 19, el centro rosarino es sinónimo de desolación. De la mano de la falta de gente circulando llega la falta de controles y la inseguridad gana terreno”.

Las dudas sobre el móvil del robo de la placa en el diario La Capital tiene relación con la tensión cotidiana que se siente en Rosario por la violencia de bandas criminales. En otro lugar podría pensarse solo en un hurto vinculado con el comercio ilegal de cobre (la placa tiene un peso de diez kilos), pero en la ciudad santafesina es posible pensar también en mensajes mafiosos. La prensa es uno de los blancos naturales del crimen organizado. Y en Rosario, las intimidaciones son algo cotidiano.

En estos días se lleva adelante el juicio contra Ariel “Guille” Cantero, el líder de Los Monos, por su posible responsabilidad en 14 ataques realizados contra edificios judiciales y viviendas de magistrados y policías que actuaron contra esa banda narcocriminal. Pocas horas antes del inicio del debate oral -que puede llevar a Cantero a recibir otra sentencia a 24 años de prisión y sumar 86 en el total de condenas- fue baleado por sicarios el Centro de Justicia Penal. Para dar una dimensión al nivel de las amenazas notificadas en Rosario puede mencionarse que el fiscal a cargo del juicio usa chaleco antibalas hasta para recibir un delivery de pizzas.

Al consignar el robo de la placa histórica, el diario La Capital señaló que el hecho se produjo esta madrugada, entre las 2 y las 6