Robos, extorsiones, secuestros, torturas y amenazas: el pasado violento del capo de la mafia turca detenido en Puerto Madero
LA NACION
No eran empresarios extranjeros. Tampoco turistas de paseo por la ciudad de Buenos Aires. Serkan Kurtulus y Lider Camgoz, detenidos ayer en Puerto Madero, eran dos prófugos de la Justicia de Turquía. La organización criminal, que lideraría el primero de ellos, tiene un pasado violento de extorsiones, ataque a tiros en centros comerciales, secuestros extorsivos, amenazas, torturas y robos.
Así surge de un informe oficial al que tuvo acceso LA NACION.Kurtulus, nacido en 1978, y su lugarteniente Camgoz, de 34 años, fueron detenidos ayer al mediodía por detectives de la División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones de la Oficina Central de Interpol Argentina de la Policía Federal cuando caminaban por Juana Manso y Petrona Eyle, en el barrio porteño de Puerto Madero.
Según fuentes policiales, la organización mafiosa -presuntamente liderada por Kurtulus- tenía su base en la provincia turca de Esmirna. Los primeros hechos criminales que le adjudican datan de septiembre de 2016.
Una de las primeras víctimas de Kurtulus, según información que recibió la Oficina Central de Interpol en Buenos Aires, fue un empresario identificado como Serdar Demir, cuya compañía fue asaltada por la banda criminal. En el golpe comando resultó gente herida.
El 26 de octubre de 2016, Kurtulus, según fuentes policiales, envió a uno de sus secuaces para que robara 14.500 dólares de una oficina.
A Kurtulus también le adjudican haberse comunicado con una víctima desde Batumi, Georgia, para exigirle "la transferencia de un título de propiedad de un terreno mediante amenazas".
El raid criminal de la organización continuó. Poco después del hecho, fue contactada por un empresario para pedirle protección de su exsocio. Por este episodio hubo un enfrentamiento a tiros entre dos grupos armados en una oficina de un ejecutivo turco, que dejó un saldo de varias personas heridas y daños materiales. A Kurtulus los investigadores le adjudican haber protagonizado amenazas por medio de sus redes sociales.
Fuentes de la Policía Federal Argentina (PFA) informaron que Kurtulus está imputado por el secuestro extorsivo del empresario Irfan Görkemli, ocurrido el 22 de agosto de 2016, por cuya liberación exigía una importante suma de dinero. La víctima fue capturada y torturada por falsos policías.
Además, siempre según fuentes policiales, el 19 de febrero y el 11 de marzo de 2017, Kurtulus habría ordenado a los miembros de su organización atacar a tiros a los propietarios del Centro Comercial Gürmar. La organización causó destrozos en las dos sedes de la compañía.
Los ataques mafiosos no se detuvieron. Según la información que le enviaron a los detectives de la Oficina Central de Interpol en Buenos Aires, la organización criminal llevó a una de sus víctimas a un bosque donde fue ferozmente golpeada.
Diez días después de ese hecho, el grupo delictivo intentó capturar a un empresario que se salvó después de defenderse a los tiros.
A la organización presuntamente liderada por Kurtulus le adjudicaban 28 crímenes. Su poder de fuego quedó demostrado con el secuestro de tres fusiles AK47, 12 fusiles de caza, dos pistolas, una granada y cientos de municiones. Las fuerzas de seguridad turcas lograron detener a 54 supuestos integrantes de esa organización.
Al ser capturado cuando intentaba cruzar la frontera entre Georgia y Turquía, uno de sus cómplices afirmó que Kurtulus era el dueño de un hotel en la zona. Ahora ambos prófugos están a disposición del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi.
Según fuentes judiciales, los dos ciudadanos turcos rechazaron hoy ser extraditados a su país, por lo que se dará inicio formal al juicio de extradición.
Kurtulus y su lugarteniente escucharon hoy la imputación que les leyó el juez federal Martinez de Giorigi y se negaron a ser enviados de regreso a su país, donde fueron condenados a prisión perpetua.
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