Sin piedad: motochorros patearon la panza de una embarazada para robarle el celular

Fue una salvaje agresión. Ocurrió el viernes en el barrio porteño de Parque Patricios. Dos hombres a bordo de una motocicleta le robaron a una embarazada y uno de ellos le pegó varios golpes, entre ellos una patada en la panza. Los delincuentes fueron detenidos y la mujer recibió atención médica. "Por suerte estamos bien", cuenta, aliviada, Claudia Luque en diálogo con LA NACIÓN. Ese día, la mujer de 28 años, embarazada de ocho meses, no estaba del todo consciente de lo que había ocurrido, se encontraba en estado de shock, pero el sábado miró cómo su bebé Julián se movía y se puso a llorar, nerviosa.

Faltaban algunos minutos para las 9 del viernes, cuando Luque, que estaba en camino al obstetra a una rutina de control, antes de asistir a su lugar de trabajo, sintió que alguien la abrazaba de atrás. "Dame la cartera, dame la cartera", comenzó a increparla un hombre. "Yo le pedía que no se llevara los papeles que tenía de los controles del bebé, pero me tiró al piso", relata la joven, madre primeriza. Sin piedad, el delincuente le propinó algunos golpes. A los gritos, la mujer le pedía que no le pegara en la panza, pero al hombre no le importó y le pateó en uno de los costados.

Con el robo consumado, el ladrón quiso escapar junto a su cómplice que lo esperaba en una moto. Efectivos de la comisaría vecinal 4 A de la Policía de la Ciudad que estaban en la zona escucharos los gritos y dieron la voz de alto. Uno de los policías y vecinos se quedaron asistiendo a la damnificada, mientras que el otro uniformado fue detrás de los delincuentes.

A pocas cuadras del lugar, quedaron demoraron los ladrones. Al consultar con la Fiscalía Correccional N°19, a cargo del Dr. Mainardi, se dispuso el traslado de uno de ellos a la alcaidía de la Comisaría Vecinal 4 A, en tanto que el segundo de los delincuentes fue hospitalizado, ya que se encontraba en estado de ebriedad, consignaron las fuentes.

La mujer fue atendida por una ambulancia del SAME y trasladada a un centro de salud donde le realizaron los chequeos correspondientes. Se encontraba en buen estado de salud y sin riesgo para el embarazo, agregaron fuentes de la investigación. "Todavía no puedo creer que hayan actuado con tanta maldad, tanta crueldad. Agradezco a la policía, que incluso una de las oficiales se quedó conmigo en el hospital hasta llegó una amiga", dice Luque. En aproximadamente cuatro semanas tendrá a su hijo Julián en brazos. "Esta anécdota me servirá para contarle que esas cosas no hacen las personas de bien", resume.