“Soy colega, déjenme pasar”. Dijo que era policía para intentar evadir un retén: lo atraparon con dos kilos de cocaína
El oficial viajaba desde Jujuy hacia Salta cuando fue detenido en un control de Gendarmería; primero dijo que estaba apurado porque su madre estaba enferma; estaba en proceso de retiro y ahora se pedirá su destitución
En el kilómetro 1257 de la ruta nacional 34, en Jujuy, los efectivos de la Gendarmería que realizaban un control vehicular de rutina detuvieron la marcha de una Fiat Cronos. Les llamó la atención la premura del conductor, que ensayó, primero, la excusa de la urgencia: debía llegar rápido a Salta, porque estaba su madre enferma. Los uniformados, recelosos, le pidieron que abriera el capot del auto. El hombre se negó a bajar del coche y jugó su última carta: “Soy colega, déjenme pasar”, les pidió. Que era policía, era verdad. Mentira era la pueril excusa de la madre enferma: el perro antinarcóticos de la fuerza hizo su trabajo: el hocico entrenado de “Bailey” detectó los tres ladrillos escondidos debajo del asiento trasero del vehículo, más de dos kilos de cocaína de máxima pureza que el oficial ayudante Cristian Ponce intentaba traficar. Además de la droga, llevaba un millón y medio de pesos.
No solo quedó preso: la Jefatura de Policía de Salta informó que Ponce, que tenía ocho años de antigüedad, estaba de licencia “a disposición de la Dirección General de Recursos Humanos, en situación de retiro obligatorio, para su desvinculación definitiva” de la fuerza. Ahora que lo atraparon con droga y dinero cuyo origen legal no pudo justificar, las máximas autoridades de la fuerza provincial elevaron “los informes a la Oficina de Asuntos internos para que se evalúe la destitución del acusado”.
Según informó la Gendarmería, efectivos del Escuadrón 60 “San Pedro” efectuaban controles sobre el kilómetro 1287 de la Ruta Nacional Nº34, a la altura de Río de las Piedras -límite interprovincial- cuando detuvieron la marcha de un vehículo Fiat Cronos que circulaba con destino a la provincia de Salta.
El conductor sostuvo que iba en viaje a la capital provincial desde la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán porque debía asistir a su madre enferma. Luego invocó su condición de policía para conseguir que sus colegas lo dejaran proseguir la marcha sin revisarle el auto. Pero no lo consiguió.
“Con la asistencia del can detector de narcóticos Bailey, los gendarmes llevaron a cabo el registro del rodado y observaron una actitud en el animal que denotaba la presunta presencia de estupefacientes. Al realizar una minuciosa requisa, frente a testigos, personal de la fuerza detectó tres paquetes rectangulares con una sustancia blanca debajo del asiento trasero y dinero en efectivo nacional y extranjero”, explicaron voceros de la Gendarmería.
Los ladrillos contenían 2,120 kilos de cocaína. Dentro del coche, además de la droga, había $1.321.974, 1220 pesos bolivianos, 1000 pesos chilenos, 101 dólares y un teléfono celular, que fueron secuestrados por orden de la Unidad Fiscal Federal de Jujuy.
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