Tras un homicidio al salir de una fiesta, un legislador pidió “sitiar a Rosario con fuerzas federales”

ROSARIO.- “Hay que sitiar a Rosario con fuerzas federales”, fue el planteo que hizo el diputado nacional por Santa Fe Gabriel Chumpitaz (JxC) para enfrentar la lucha contra el crimen organizado, que –según el legislador- “gobierna las calles y los barrios de la ciudad”.

En los últimos 22 días se produjeron en Rosario 22 crímenes. La saga más letal arrancó el 9 de abril y no se detuvo. En lo que va del año se cometieron 84 asesinatos en esta ciudad, la mayoría llevados adelante por sicarios.

El último de esos homicidios se registró en Empalme Graneros, donde un hombre, identificado como David Paredes, de 40 años, fue mortalmente baleado cuando se retiraba de una fiesta con su hija adolescente. Otras dos víctima fueron heridas en ese momento por tiradores que se movilizaban en una moto y y un automóvil. Testigos afirmaron que esos sicarios dispararon durante más de cien metros en Felipe Moré al 600 bis.

El hombre asesinado, vecino de ese barrio y empleado de un colegio privado, habría sido una víctima casual de la violencia que crece en esa zona. Apenas unas horas habían estado casi en el mismo lugar los peritos de homicidios, pero para buscar pistas de otro crimen. La sucesión de crímenes causó preocupación.

“Más allá del análisis que todos llevamos adelante y que demostraron muchos especialistas, considero que hay que sitiar Rosario con las fuerzas federales para terminar con esta pesadilla provocada por gatilleros, motosicarios y motochorros de manera constante”, aseguró en diálogo con LT8 el legislador Chumpitaz.

El exconcejal rosarino de Juntos por el Cambio dijo que esa determinación implica “decisión política y planificación estratégica. Rosario puede ser segura. En boulevard Oroño, entre Pellegrini y el río, hay entre dos y cuatro gendarmes por cuadra. Eso hay que replicarlo en toda la ciudad, con anillos perimetrales, operativos relámpago y detención de los motochorros”.

“Tenemos que tomar medidas extraordinarias, sitiarlos y caerles con todo el peso de la ley. Rosario necesita borrar de sus calles a estos delincuentes que a diario reparten balas y terror en todos los barrios y a los que nadie parece animarse a enfrentar”, sostuvo Chumpitaz y añadió: “el gobierno de Omar Perotti sabe bien quiénes son, dónde están y qué hacen. Se necesita la decisión política de encerrarlos y eso es lo que proponemos”.

En octubre pasado, en medio de los problemas de violencia endémicos en Rosario, que llevan más de una década –en 2012 comenzó a incrementarse la cantidad de homicidios con 182 muertes y al otro año saltó a 264 y nunca más bajó salvo en 2017-, desembarcaron en esta ciudad 575 gendarmes, luego de que distintos sectores políticos reclamaran una mayor intervención de fuerzas federales.

Después de cinco meses del arribo de los efectivos de Gendarmería no hay síntomas de una reducción de la violencia, a pesar de los avances en algunas investigaciones criminales. En los últimos meses fueron detenidos varios referentes de la banda de Los Monos, como Lorena Verdún, y se está juzgando al líder narco Esteban Alvarado, un enemigo de los Cantero, pero las estrategias para pacificar Rosario no dieron resultado.

El ministro de Seguridad de la Nación Aníbal Fernández anunció el año pasado que desde el 1º de marzo iba a comenzar a funcionar en Rosario la unidad móvil Nº VII de Gendarmería, donde se destinarían a unos 1.000 efectivos, que se sumarían a los 575 que llegaron en agosto pasado. Según informaron fuentes de la cartera de Seguridad, es posible que en mayo este nuevo emplazamiento permanente de efectivos se ponga en marcha, luego de que se produjeran una serie de demoras en la adquisición de los contenedores marítimos que se usarán como oficinas.