Un empleado del hotel donde mataron a una embarazada vio fugar al acusado con las manos ensangrentadas

Casi cuatro años después del crimen de Carolina Estefanía Medina, la joven de 25 años, que murió desangrada luego de un trauma severo en la región genital cuando cursaba el octavo mes de su embarazo, una revelación clave se dio en la causa judicial. Uno de los empleados del hotel alojamiento de la localidad bonaerense de Florencio Varela donde ocurrió el crimen declaró hoy que vio escapar del lugar de los hechos al único imputado con las manos ensangrentadas, según fuentes judiciales.

El empleado del Hotel Susurros -donde fue encontrado el cuerpo de Medina- declaró en el marco de la primera jornada de la causa contra Ariel Norberto García por “abuso sexual seguido de muerte, agravado por haber sido cometido con violencia de género y por su comisión con ensañamiento y alevosía en concurso ideal con aborto”.

Voceros judiciales informaron que el testigo declaró ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Florencio Varela -conformado por los jueces María Florencia Butiérrez, Jorge Franklin Moya Panisello y Raúl Agustín Sequeiros- que vio a García escapar del albergue transitorio en la madrugada del 13 de octubre de 2018 con las manos ensangrentadas.

En la causa también declararon el encargado del hotel alojamiento, cuyas cámaras de seguridad tomaron la patente del automóvil del acusado tanto al ingreso como al egreso, y clientes que se encontraban en ese momento y escucharon los pedidos de auxilio de la víctima.

Por su parte, García se negó a declarar. Una perito psiquiatra y una perito psicóloga definieron al acusado como un sádico que sentía placer al causar dolor a las personas, informaron fuentes judiciales.

En ese sentido, las especialistas coincidieron en que el imputado era capaz de comprender la criminalidad del acto y dirigir sus acciones, que no era empático y que tenía mucho aplacamiento emocional y un actuar impulsivo. Esas características, vinculadas a un consumo problemático de drogas, generaron un “cóctel” que culminó con el abuso sexual y el femicidio de Medina, según las expertas.

Finalizada la ronda de testimonios, que incluyó a policías que participaron del operativo en el hotel, el TOC 1 pasó a un cuarto intermedio hasta mañana, cuando tras la declaración de médicos será el turno de los alegatos.

El caso

En octubre de 2018, Medina falleció -según el informe de la autopsia preliminar- por un “shock hipovolémico por trauma en la zona del periné” provocado por la introducción de un objeto que, con violencia, le “destruyó por completo el aparato reproductor, urinario y digestivo”. Agentes de la policía local encontraron su cuerpo en el hotel alojamiento bonaerense, luego de que el recepcionista del establecimiento alertara a las autoridades sobre la fuga de un vehículo que rompió la barrera del estacionamiento.

La víctima recién pudo ser identificada dos días después cuando su pareja se acercó a la comisaría 3ra. de Florencio Varela para hacer la denuncia de averiguación de paradero.

Ese mismo día detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes y de la comisaría 3ra. de Florencio Varela encontraron a García escondido en la casa de una mujer que había sido su pareja y lo detuvieron.

Además del embarazo que cursaba, la joven era madre de dos hijos que en la actualidad tienen 11 y 9 años.

Con información de la agencia Télam