9 restaurantes argentinos llegaron a la lista de los 50 mejores del continente
De una parrilla de Palermo a un restaurante de comida judía, qué comer en cada uno y por qué llegaron a la lista
LA NACION
Para ser seleccionado no hay que cumplir con ninguna fórmula secreta sino ser elegido por gran parte de los 252 votantes de la región, que seleccionan 10 restaurantes cada uno. Entre ellos, chefs, viajeros y periodistas que saben cómo comer bien. Así fue como 9 locales porteños llegaron a la lista de 50 Best, que elige a lo mejor de América Latina.
Algunos ya son clásicos en la selección que va por su quinta temporada. Tegui de Germán Martitegui, que quedó en el puesto número 10 otra vez, la parrilla Don Julio que está en el 13 y El Baqueano que se quedó con el 19. Pero hay nuevas caras como el arriesgado Proper (49) y el templo de la alta cocina judía Mishiguene (50).
Llamó la atención el cambio en el podio: se lo quedó Maido, sacándole el lugar a Central de Virgilio Martínez, ambos de Lima. Brasil tuvo tres menciones entre los primeros 10, con D.O.M. del carismático Alex Atala en el 3, A casa do porco en el 8 y Maní en el 9. Habrá que ir a comer a San Pablo. Pero por casa no andamos para nada mal.
Los nuestros
10. Tegui
Martitegui no quiere que se lo conozca solo por sus platitos sofisticados en su salón señorial, a él le importa rescatar los mejores productos del país, esos que están en la tierra hace siglos y la mayoría nunca probó. Los busca por toda la Argentina y los lleva a los platos con un ingenio que pocos tienen. De la yerba mate en el pan al cayote en los postres, es una experiencia inolvidable que tiene su precio.
Un plato: ostras grilladas con frutillas y algas
13. Don Julio
En la esquina de Guatemala y Gurruchaga, siempre hay gente esperando por una mesa. Es que el servicio y el tratamiento que se le da a las carnes no se puede probar en muchos otros lugares de la ciudad. Es cierto que hay muchos turistas, pero también es la parrilla elegida por los cocineros locales así que no puede fallar.
Un plato: las mollejas de corazón
19. El Baqueano
En un salón oscuro de San Telmo en el que solo se iluminan los platos, Fernando Rivarola sirve un menú por pasos en el que solo protagonizan carnes "inusuales". Llama, yacaré, perdiz y hasta ñandú combinados con otros productos autóctonos que le aportan color y variedad al plato.
Un plato: el carpaccio de llama
26. Chila
El único representante de Puerto Madero es uno de los más festejados del último año. Es la primera vez que sube a recibir el premio su "nuevo" cocinero Pedro Bargero a cargo del menú por pasos que también festejan los ingredientes regionales. Todo con la mejor vista de los diques.
Un plato: tartar de lomo con ostras y avellanas
37. Elena
El restaurante del Four Seasons se toma tan en serio la materia prima que hasta tiene un club para carnívoros que ven madurar a sus propios bifes como si fueran sus hijos. El multifacético salón que tiene un brunch de domingo espectacular, se destaca por sus fiambres y sus platos inspirados en la tradición argentina.
Un plato: el bife dry-aged de 45 días
44. Aramburu
El pionero de la comida por pasos, que está por cambiar de locación e irse de Constitución, sigue firme en la lista con su propuesta molecular que sigue vigente. Espumas, piedras comestibles y carnes perfectas.
Un plato: el lomo con puré de ajo y cebollas caramelizadas
48. Crizia
No hay mejor lugar para comer ostras en Buenos Aires que la casa de Gabriel Oggero. Un restaurante íntimo en Palermo que recorre el continente para buscar los mejores ingredientes. De los langostinos del atlántico al cordero patagónico pasando por las hierbas bolivianas.
Un plato: ostras crudas con pepino y gin tonic.
49. Proper
En lo que era un taller de autos típico de la zona, hoy se cocina a las brasas en uno de los mejores restaurantes jóvenes de la ciudad. El plan es ir a compartir los miles de platitos con productos del día. Desde la manteca con sal marina y anchoas al flan para el desmayo.
Un plato: los calamares con brócoli y alioli.
50. Mishiguene
Tomás Kalika hace comida de inmigrantes y su familia es judía así que el banquete tiene mucho de especias de medio oriente y de recetas de la abuela. Los que conocen esta cocina se sienten en casa y los que no, se van enamorados. Los viernes a la noche se celebra Shabbat con todo lo que eso representa: música y comida hasta tarde.
Un plato: el pastrón sobre latke de papa con vino tinto, cebollas y huevo frito
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