Adiós al hombre que pisó la Luna
Neil Armstrong, el astronauta norteamericano que el 20 de julio de 1969 se convirtió en el primer hombre en pisar la Luna, falleció ayer, a los 82 años, debido a las complicaciones de una intervención cardíaca a la que había sido sometido a principios de agosto.
"La Tierra colgaba encima de mí. Era un colgante turquesa sobre un cielo de terciopelo negro." Así describió Armstrong, en una de sus pocas apariciones públicas posteriores a su proeza, la primera visión que un hombre ha tenido de su planeta desde un suelo no terrestre.
Ingeniero aeronáutico, piloto y finalmente astronauta, Armstrong comandó la misión Apollo XI, que, junto con Edwin "Buzz" Aldrin y Michael Collins, puso por primera vez a un hombre en la Luna. "Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad", diría entonces Armstrong.
"Mientras haya libros de historia, Neil Armstrong estará en ellos, recordado por dar el primer pequeño paso de la humanidad en un mundo más allá del nuestro", dijo el administrador de la Agencia Espacial Norteamericana (NASA), Charles Bolden, en un comunicado.
Armstrong había sido sometido a principios de agosto a una cirugía de bypass para desobstruir cuatro arterias coronarias. La familia no informó dónde ocurrió su deceso.
Armstrong había nacido el 5 de agosto de 1930 en Wapakoneta, estado de Ohio, y desde joven ya demostró fascinación por las aeronaves, lo que le llevó a trabajar en un aeropuerto cercano a su casa. Tomó cursos de pilotaje a los 15 años y obtuvo su licencia de piloto un año más tarde. Luego, en 1949, ingresó en la Marina de los Estados Unidos, donde prestó servicios hasta 1952, participando de 78 misiones durante la Guerra de Corea.
Al reanudar su vida civil se graduó en Ciencias e Ingeniería Aeronáutica en la Universidad de Purdue, Indiana y, más tarde, amplió estudios en la Escuela de Graduación de la Universidad de Carolina del Sur.
Inició sus contactos con la NASA en el Centro de Investigaciones Lewis, donde trabajó como piloto de pruebas desde 1955 y en 1962 fue admitido como astronauta, sucesivamente ocupó los puestos de jefe de la Oficina de Operaciones y Entrenamiento de Astronautas; suplente de la tripulación del Gemini V y organizador de vuelos espaciales tripulados, para pasar luego al equipo de vuelos de alunizaje.
En este destino estuvo a punto de perder la vida el 7 de mayo de 1968, durante una prueba en la que el módulo lunar se incendió en el desierto de Texas. En septiembre de 1966 efectuó un vuelo con David Scott en la misión Gemini VIII. La cápsula se acopló a otro vehículo no habitado y realizó así el primer amarre orbital de dos módulos espaciales.
Luego llegaría la misión Apollo XI y la entrada de Neil Armstrong en la historia.
En calidad de comandante de la misión, fue Armstrong quien el 20 de julio de 1969 informó al centro de control de Houston del alunizaje del módulo lunar Eagle (Aguila) pilotado por Aldrin: "Houston, aquí la base de Tranquilidad. El Aguila ha aterrizado".
Unos 500 millones de personas alrededor del mundo esperaban ansiosamente aglomerados frente a pantallas de televisión de imagen borrosa y radios, cuando Armstrong desplegó la escalera del módulo sobre la superficie lunar y se convirtió en el primer ser humano en caminar en suelo extraterrestre.
"Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad", recitó Armstrong con la voz levemente distorsionada por la distancia y los equipos de comunicaciones.
Armstrong y Aldrin pasaron tres horas en la Luna y trajeron 21 kilos de rocas. Sobre el terreno dejaron una bandera estadounidense y una placa de metal con un mensaje de paz del presidente Richard Nixon. Luego, el módulo despegó para unirse al módulo Columbia en órbita lunar, donde los esperaba Michael Collins. El 24 de julio la cápsula amerizó en el océano Pacífico.
En noviembre de 1969, como parte de la gira mundial para celebrar la hazaña, Armstrong y Collins estuvieron en la Argentina. En una recepción que se realizó en la embajada de los Estados Unidos, Armstrong dijo haber llevado a bordo durante todo el viaje un banderín de Independiente, que el club de fútbol le había enviado meses antes de emprender su travesía.
En una entrevista a la CBS, cuando le preguntaron sobre su experiencia en la Luna, Armstrong respondió: "Es un lugar interesante para estar, lo recomiendo". En la actualidad, un cráter de la Luna lleva su nombre; se encuentra a 50 kilómetros del lugar del alunizaje.
La vida después de la hazaña
Después de la proeza, Armstrong siguió ligado a la NASA, a la que abandonó en 1971 para regresar a su tierra natal e impartir clases como profesor de Ingeniería Aeroespacial. Desde entonces habló poco en público, evitando micrófonos y cámaras, y vivió durante los últimos 33 años con su segunda esposa en una alejada granja de Ohio.
Si bien también fue presidente del Comité Asesor de los Cuerpos de Paz (1971-1973) y miembro de la Comisión Nacional del Espacio (1985-1986), desde de la misión Apollo XI, su único papel de relevancia pública fue el de vicepresidente de la investigación del desastre del transbordador Challenger, en 1986.
Su última comparecencia pública fue en noviembre de 2011, cuando recibió la Medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos junto a sus compañeros de la misión a la Luna, Aldrin y Collins.
Recientemente, Armstrong había roto su habitual silencio para criticar al presidente Barack Obama, al afirmar que estaba mal asesorado cuando decidió eliminar el programa que preveía volver a la Luna. Obama anunció en febrero la eliminación del programa Constellation, lanzado en 2004 por su predecesor George W. Bush.
Ayer, Obama dijo estar "profundamente triste" por la muerte de Armstrong, al que calificó como un gran héroe nacional que inspiró a toda una generación. "Neil era uno de los grandes héroes estadounidenses, no sólo de su tiempo, sino de todos los tiempos. Cuando él y su compañero de misión despegaron a bordo del Apollo XI, en 1969, llevaron las aspiraciones de una nación entera", afirmó el presidente en un comunicado.
"Era un héroe estadounidense a regañadientes, porque siempre creyó que sólo estaba haciendo su trabajo", dijo la familia de Armstrong en un comunicado.
"Buzz" Aldrin, su compañero de hazaña, lo despidió ayer por medio de un mensaje en la red social Twitter: "Neil y yo entrenamos juntos, pero también éramos buenos amigos que estaremos siempre unidos a través de nuestra misión Apollo XI".
Michael Collins también lo recordó: "Era el mejor y lo voy a extrañar terriblemente."