Amor a distancia: cómo mantener la relación (y entender cuándo debe terminar)
Hola Consuelo,
Te paso a contar la situación. Estoy en pareja hace ya unos cuantos meses con una chica pero debido a la distancia (400 km) nos cuesta vernos y nuestro contacto es por Whatsapp. Yo me separé pero tengo una nena por lo que viajar no se me hace fácil y a ella tampoco porque trabaja y tiene sus obligaciones. Se nos hace desesperante el no poder vernos y nos re extrañamos. ¿Cuánto tiempo se puede sostener esto así? Sé que hay parejas que le pueden a la distancia pero yo no sé cuánto puedo durar.
Gracias,
El Distante Desesperado (33)
Querido Distante:
Me ponés en un aprieto con el asunto de las parejas a la distancia. Yo soy (ya se habrán dado cuenta y me lo han criticado bastante ahí abajo en los comentarios) en general muy optimista y muy de la creencia de que si hay amor, si hay respeto y si hay conversación, casi todo tiene arreglo, y por “arreglo” quiero decir muchas cosas distintas, o cambiar una situación, o aprender a convivir con un hábito del otro, o encontrar un término medio entre dos posiciones que en principio parecen antagónicas pero que pueden combinarse de forma razonable. Pero cuando se trata de las relaciones a distancia, la verdad, soy profundamente escéptica.
En los albores de Internet (mucho antes de Tinder: hablo, para que nos ubiquemos, de la época de ese peliculón que es Tienes un e-mail de Nora Ephron) hubo una especie de boom de los amores a distancia, de gente que se enamoraba sin haberse visto nunca, como en la película, y que casi pensaban que encontrarse físicamente era innecesario: la sensación era que, con las nuevas tecnologías, ibas a poder tener un novio en Beirut viviendo en Berlín y que iban a poder comer juntos, pasear juntos, tener sexo y hasta presentarse a las familias sin necesidad de estar en la misma habitación. Con el tiempo todos nos fuimos dando cuenta de algo obvio: el amor y la pareja son cosas que pasan por el cuerpo, por más románticas que sean las cartas de amor y los emoticones con corazoncitos. Las nuevas tecnologías son maravillosas para acortar la distancias durante un viaje prolongado, una estancia laboral en el exterior o algo como eso, pero no son una opción para mantener una pareja a largo plazo. De hecho, la tecnología se hizo eco de todo eso: las redes sociales “de levante” que tenemos hoy son herramientas para conocer gente en las que la idea es pasar a conocerse físicamente lo más rápido posible. Ya no son muy comunes esas historias de “se hizo pasar por mujer, lo enamoró y después lo humilló”, eso era para el chat de Terra: hoy nadie espera a enamorarse para tomarse un café, por suerte.
Con esto te quiero decir: si realmente se quieren jugar por ese vínculo, alguno de los dos tiene que planificar una mudanza. Por lo que me contás, la que está en posición más cómoda para hacerlo es ella, dado que vos tenés una hijita que, me imagino, vive la mitad del tiempo con tu ex mujer en tu ciudad y la otra mitad con vos; si ella no tiene hijos lo lógico sería que intente, si le interesa, buscar un trabajo cerca tuyo (está difícil, por supuesto, y puede tomar su buen tiempo la movida, así que paciencia). Creo que lo mejor es que lo converses con ella en esos términos: la relación a distancia es un “por ahora” pero no es una opción en el largo plazo. Por supuesto, no lo pongas en términos de obligaciones: si se quieren jugar por la relación, tienen que estar dispuestos a tomar los recaudos necesarios para vivir en la misma ciudad (ella buscar otro trabajo, vos tal vez recibirla en tu casa para que no tenga los gastos que implica armar una segunda casa, e incluso tal vez ayudarla económicamente al principio: es lo justo, dado que ella estaría haciendo un sacrificio grande). Pero en la conversación tiene que estar siempre presente la opción de salida: si alguno de los dos no está dispuesto a meterse en este asunto, que tiene costos emocionales y económicos altos, está todo bien, solo que entonces deberían empezar a hacerse a la idea de que la relación se tiene que terminar. Es horrible decirlo así, pero me resulta importante ser sincera: lo peor que les puede pasar es quedar atrapados en el limbo, sin que ninguno de los dos se anime a mudarse pero tampoco a cortar el vínculo, sufriendo la distancia y a la vez juntando resentimiento contra el otro. Sincerate vos también con vos mismo: ¿realmente estás emocionalmente dispuesto a tirarte a la pileta? ¿O hay algo de la distancia que te sirve para, justamente, mantener cierta distancia y resguardar tu independencia? ¿Estás en un momento para poner a la pareja en un lugar tan importante, o estás más dedicado a tu hija y tu trabajo? Cuando estés seguro de lo que querés hacer, lo planteás con toda la delicadeza posible, pero con esas dos opciones: mandarse de frente manteca, o seguir cada uno por su lado.
Fuerza y éxitos con eso,
Consuelo
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