Llegarán desde los rincones más remotos del mundo. Más de 20 mil hombres y mujeres de distinta raza, idioma y religión se encontrarán en Buenos Aires cuando participen, entre el 4 y el 7 de junio del año próximo, de Argentina 2000, la 91a. convención del Rotary Club Internacional.
Los organizadores de la reunión calculan que los visitantes, en su breve paso por el país, dejarán unos 80 millones de dólares. La suma se repartirá entre hoteles, restaurantes y lugares turísticos.
Desde 1910, las convenciones rotarias se celebran cada año en una ciudad diferente. Representantes de los 29.500 clubes que esta asociación internacional sin fines de lucro posee en 161 países y 39 regiones geográficas -incluida la Antártida- se juntan para evaluar la evolución de los programas destinados a mejorar la calidad de vida de la población mundial, en los que se destinan 600 millones de dólares anuales.
Además de delinear nuevos objetivos y planificar las actividades de la temporada -entre las que se cuenta una intensa campaña para erradicar la poliomielitis-, los asistentes eligen a los nuevos dirigentes internacionales del club, que asumen la conducción a partir del 1ºde julio.
En el 2000, la actividad de mayor relieve del año rotario se hará en el predio de la Sociedad Rural Argentina, en Palermo. Es la octava vez que América latina es sede de esa convención y la tercera en el caso de América del Sur (la última oportunidad fue en San Pablo, en 1981).
"El proceso de selección de las ciudades anfitrionas es muy competitivo -señaló Luis Giay, presidente del Rotary Club Argentino-. Se ponderan desde las condiciones logísticas del lugar, como es la existencia de un centro de convenciones, hasta la capacidad hotelera, sin olvidar el poderío de los rotarios locales para ayudar al prójimo."
Para Carlos Speroni, presidente de la comisión organizadora anfitriona, Argentina 2000 traerá beneficios más allá de lo estrictamente económico.
"Los participantes conocerán la riqueza turística del país, que incluye la posibilidad de recorrerlo antes y después del encuentro. Queremos que la gente advierta que Buenos Aires no es, como muchos creen, la capital de Brasil", sonrió.
Difundir la obra
Speroni también subrayó la importancia de la convención en el ámbito local. En su opinión, se trata de una invalorable oportunidad para que quienes no son rotarios conozcan las obras de esa asociación que concentra a más de 1.200.000 socios en todo el mundo.
"La ocasión sirve para que la gente sepa qué hacemos, para qué estamos y que no buscamos el lucro personal. Muchos creen que somos la parte social del Automóvil Club Argentino, porque confunden nuestro logo de la rueda con el emblema de esa institución", comentó.
Los organizadores adelantaron que el 5 de junio será la noche de la hospitalidad hogareña. Ya son más de 8000 los participantes que manifestaron su deseo de ser recibidos durante una noche, como indica la tradición, en casas de rotarios locales. La idea es estrechar lazos y fomentar el compañerismo entre los socios como oportunidad de servir.
Pero la Argentina aportará elementos distintivos. Entre ellos figura un acto de apertura de la convención con música folklórica, un festival de tango que tendrá lugar en el Luna Park, una muestra de pintura nacional en el Planetario y una maratón de jóvenes que culminará frente al monumento de Paul Harris, fundador del club, en el parque Tres de Febrero.
Los costos de la convención, que ascienden a 1.500.000 pesos, son financiados con el aporte de todos los socios argentinos.
Mientras tanto, en todo el mundo, las más de 26 revistas regionales del Rotary le dedican dos páginas mensuales a la Argentina.
