Cómo se enamoran hoy los jóvenes
El atractivo físico no es una prioridad
1 minuto de lectura'

El atractivo físico y el desempeño sexual no son para los adolescentes de hoy razones para ponerse de novios y menos para enamorarse. En cambio, les importa más la atracción mutua en términos románticos, el amor, la confianza, la simpatía y la madurez emocional.
¿Cómo se enamoran hoy los adolescentes argentinos? Ese es el tema de un trabajo científico que dirige María Martina Casullo, una investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), que financia la Universidad de Buenos Aires. El objetivo era conocer cómo funcionan las relaciones románticas de quienes tienen entre 13 y 25 años y establecer cuáles son los criterios que se priorizan a la hora de elegir una pareja.
Los resultados fueron sorprendentes. Tanto ellas como ellos colocaron en primer lugar la atracción mutua y el amor; segundo, la confianza; tercero, la simpatía, y cuarto, la maduron en el quinto lugar el atractivo físico (para las adolescentes ocupa la posición novena) y para las mujeres, el deseo de tener una familia e hijos (que para ellos ocupa sólo el séptimo lugar).
Para el grupo femenino es menos importante que su pareja cocine o haga tareas domésticas. Las relaciones sexuales satisfactorias ocupan, para ellas, el puesto número 11, mientras que los varones les asignan el noveno lugar.
El trabajo ya lleva un año y medio de investigaciones. Un equipo de diez personas coordinado por Casullo entrevistó a 1272 estudiantes de colegios secundarios y universidades, privados y públicos, en la ciudad de Buenos Aires, en Formosa y en Tucumán.
En 33 países
El método de investigación fue la adaptación local de la técnica que utilizó el psicólogo norteamericano David Buss, docente de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, para elaborar un estudio realizado en 33 países sobre criterios de elección de pareja.
Se les entregó a los jóvenes consultados un listado de 19 preferencias personales sobre características o atributos, que ellos debían ordenar según su importancia.
Muchos de los entrevistados son hijos de familias no tradicionales. "Esta generación de adolescentes está compuesta, en muchos casos, por hijos de padres divorciados, familias monoparentales, chicos que tienen hermanos con los que no conviven... pero no es una generación que, por eso, tenga miedo de formar pareja y familia. Por el contrario, están más ubicados de lo que muchos adultos suponen. Y desarrollaron criterios propios para la elección de la pareja, que muchas veces son completamente distintos de los criterios que tuvieron sus padres", explica la investigadora del Conicet.
El criterio para la elección de la pareja varía según la edad. Para los más jóvenes (de entre 13 y 15 años), juega un papel más importante el atractivo físico, mientras que a partir de los 16 años parecería que empieza a brotar el deseo de formar una familia y tener hijos.
"Aunque como un proyecto a futuro -aclara Casullo-. La atracción mutua y el amor son los atributos más importantes, junto con la confianza y la simpatía. La posibilidad de las relaciones sexuales satisfactorias sólo aparece entre los varones mayores de 20 años. También a partir de esa edad los adolescentes porteños incorporan la educación y la inteligencia del otro como una de las prioridades."
En Formosa, en cambio, los varones valoran menos las relaciones sexuales satisfactorias (para ellas ocupa el puesto 18° y para ellos, el 13°), aunque los más jóvenes dan más importancia a la castidad, que se posiciona con elnúmero 16, para uno y otro sexo, contra los jóvenes porteños, para quienes ocupa el penúltimo lugar de preferencias, entre las mujeres, y nada menos que el último puesto para ellos.
"Las relaciones románticas juegan un papel importante en las transiciones del desarrollo adolescente. A esa edad se consolidan procesos cognitivos y de construcción de las identidades sexuales. Enamorarse trae consecuencias positivas y negativas para un funcionamiento psicológico sano. Los afectos positivos favorecen el desarrollo del pensamiento heurístico (técnica que busca la solución de un problema mediante métodos no rigurosos), ya que incorpora la intuición, las expectativas y las generalizaciones", explica uno de los informes preliminares del estudio.
Los adolescentes que se sienten felices tienden a ser más generosos y pueden tomar decisiones con mayor rapidez y eficiencia, según surge del trabajo. "Sentirse bien aumenta la confianza en los demás y en uno mismo. Sentirse enamorado termina con el aburrimiento y provoca que los sujetos se sientan vivos y con ganas de hacer cosas, aumenta la tolerancia y la perseverancia frente a los errores y las equivocaciones", asegura Casullo.
¿De qué hablamos cuando hablamos de amor? Esa fue la premisa de otra de las investigaciones que encararon Casullo y su equipo. El objetivo era establecer qué significa exactamente para los adolescentes "estar enamorados". Para ello se entrevistó a otros 761 jóvenes.
Para la mayoría de las chicas que tienen entre 13 y 15 años significa "compartir cosas", mientras que los chicos lo definen como "tener un sentimiento profundo por otra persona". Gran parte de los adolescentes de entre 16 y 19 -tanto ellos como ellas- coincide en que estar enamorado es "querer estar todo el día con el otro". Entre los 20 y los 25, las chicas y los chicos lo definieron como "compañerismo".
Según uno de los informes del trabajo, "en esta edad, la atracción mutua no aparece entre los valores más seleccionados, el enamoramiento no aparece vinculado con tener proyectos en común y, a mayores edades, tienen menor valoración el respeto, el cuidado y la confianza".
La mayor parte de las expresiones escritas del trabajo hace referencia al componente afectivo emocional y la intimidad, mientras que el compromiso sólo puede inferirse a partir de la expresión "compartir cosas."
Cuando se los consultó sobre si se casarían con una persona que reuniera todas las características deseadas, pero sin estar enamorados, la respuesta fue categórica: las mujeres dijeron un no tajante en el 92 por ciento de los casos, lo mismo que el 80 por ciento de los adolescentes varones.
En todo el mundo
Africa: los adolescentes quieren que su pareja sea ordenada, prolija y desee formar una familia. La atracción y la confianza mutua importan menos.
China: asignan prioridad a la buena salud, la castidad y las habilidades domésticas.
Japón: prefieren que la pareja tenga una actitud política similar.
Israel, Italia y Venezuela: para los jóvenes es importante la inteligencia de su pareja.
Irán y Palestina: valoran la castidad, la salud, y la religión y las ideas políticas en común.
Polonia y Bulgaria: quieren mujeres hábiles en la casa.
Francia: les importa compartir ideas políticas y la simpatía.
Alemania: valoran el nivel educativo y la habilidad doméstica.
España: prefieren alguien de nivel de instrucción similar y destacan la sociabilidad.
Inglaterra: priorizan la educación y la orientación política sobre otras características.
Colombia: no es fundamental, a la hora de formar una pareja, el status social.
"Somos novios": hablan los protagonistas
- Santiago y Romina. Santiago Souza (19) y Romina Míguez (17) son novios desde hace un año y medio. "Ella es hermosa, pero a mí me gustó como es. Somos distintos, pero nos complementamos", asegura él, con mirada seductora. Romina se sonroja cuando habla "de esas cosas": "Nos conocimos por un amigo. Fue a primera vista, pero no por lo físico, por algo más que nos atrajo. No sé cómo decirlo, supongo que eso es amor, ¿no?", dice ella.
- Mariano y el desamor. "Enamorarse es muy lindo, a mí me pasó tres veces. A la primera la elegí por lo físico y me fue mal: no coincidíamos en nada. Andaba como un bobo atrás de ella y no me daba cuenta. La segunda novia era bárbara, pero se cansó de mí. Y la mujer de la que estoy enamorado me ignora... Amar es espectacular, el problema es lo que viene después", afirma Mariano Rodríguez, de 14 años.
- Pamela, de Bon Jovi. "Nunca estuve enamorada, me gustaron chicos, pero no fue para tanto", dice Pamela Martini, de 13 años "Yo espero que sea sincero, no me bancaría que me engañe. Que se parezca a Bon Jovi, pero con buen carácter. Que se banque que salga con mis amigas, quizá pido mucho, ¿no?"
- 1
2Casa Rocca: preocupa el deterioro de un emblemático edificio platense construido hace casi 100 años
3Frente a la Agencia I+D+i: “Le pedimos al niño Jesús insumos para investigar”, la llamativa protesta del sector científico
4Luna Park: la Cámara porteña confirmó la medida que prohíbe al gobierno de la ciudad avanzar con las obras de demolición


