Coronavirus en la Argentina: para evitar brotes, la costa prevé unas vacaciones de invierno sin turismo

MAR DEL PLATA. Tachado en el almanaque hace un par de meses como oportunidad para recibir buena cantidad de viajeros, apenas limitado a un breve y esperado respiro de las clases a distancia vía Zoom, el receso escolar que comienza este fin de semana debería pasar inadvertido para los corredores viales que conducen a la costa atlántica.

Con hoteles cerrados y retenes en ruta que tienen el rechazo como primera –y casi única– opción para quienes no son vecinos residentes ni tienen motivo justificado, esta ciudad y otras del corredor de balnearios y sierras del sudeste bonaerense juegan esta vez a contramano de su historia de anfitriones y si algo desean en este momento es que los turistas se mantengan a distancia.

"No vengan" se escucha y repite desde los últimos días de marzo, cuando el primero de los fines de semana largos atrapados en este período de cuarentena tuvo cientos de personas interceptadas cuando pretendían instalarse junto al mar para pasar los días que venían de aislamiento obligatorio.

"Ni bien se pueda vamos a solicitarle al gobernador el ingreso a propietarios no residentes, previo testeo en origen", se excusó el intendente de Pinamar, Martín Yeza, ya en tono más cordial que aquel de otros pares de la zona, decididos a ponerle freno a potenciales turistas.

Como ocurre desde hace casi cuatro meses, los accesos a todas las ciudades y localidades –y más aún las de perfil turístico– están vallados o bloqueados, con un único paso donde los municipios concentran el esfuerzo de control de documentación y permisos para circular.

Ni siquiera tienen habilitado el ingreso quienes tienen domicilio en otras ciudades, pero son dueños de inmuebles en estos destinos. "Somos los primeros en querer recibirlos, pero en este momento lo que más vale es el trabajo en equipo, por más diferencia de criterios que puedan existir", explica Yeza.

Aires de libertad

La Capital y el Gran Buenos Aires son los principales emisores de visitantes para los destinos turísticos de la provincia. Y también, desde hace semanas y en tiempos de pico, los escenarios con mayor presencia de casos del nuevo coronavirus.

La mayoría de los distritos de la zona se encuentran entre las fases cuatro y cinco del aislamiento. Eso significa que hay habilitación de salidas recreativas, permiso para la práctica de deportes, comercios habilitados en amplitud de rubros y la tan añorada gastronomía. Sí, por aquí el sueño de un café o un desayuno completo en un bar está al alcance de todos.

"Por decreto del gobierno nacional sigue prohibido el turismo y la circulación interurbana es de trabajadores esenciales y fuerza mayor", advierten las autoridades marplatenses.

Mar del Plata, cabecera del partido de General Pueyrredon, tiene hoy el escenario más preocupante de toda la región. Durante los últimos días la curva de casos creció y de tener 50 casos en poco más de tres meses pasó a 279, con 191 pacientes todavía en tratamiento. Este jueves tuvo su jornada negra, con cuatro fallecimientos por Covid 19. Se define por estas horas si mantendrá el mismo criterio o retrocederá de fase para intentar controlar el ritmo de contagios.

Necochea estrena desde hoy su condición de máxima flexibilización en el marco de esta cuarentena. Habilitará más servicios, entre ellos sus restaurantes con horario ampliado. Pero la condición es la misma que en los casos anteriores: está restringido el ingreso de turistas.

La modalidad más original, favorecida por un largo período sin nuevos casos de coronavirus, es la que implementa Tandil. Habilitó algunos de sus hoteles pero solo a disposición de residentes en ese mismo distrito. "Destino en tu destino" se llama el programa que, poco a poco, permitió al sector generar algunos ingresos después de más de tres meses de inactividad.

Según confirmó el director de Turismo de ese municipio, Rodrigo González Inza, la propuesta se puso a prueba y está en crecimiento. Acumula 467 huéspedes en 64 establecimientos –cabañas y hoteles– que abrieron sus puertas. La última buena demanda fue el pasado fin de semana largo, feriado puente de por medio.

"Turismo de proximidad es una alternativa de avance para el sector pero todavía no se podrá hacer porque varios distritos vecinos están con contagios", explicó a LA NACIÓN.