Coronavirus en la Argentina: el impactante informe sobre el caso del geriátrico Apart Incas

El geriátricoApart Incas, donde se desató a fines de abril una catarata de contagios de coronavirus que terminó con la vida de nueve ancianos y provocó la clausura del lugar, puso de manifiesto la negligenica de las autoridades del lugar. Más allá de la causa judicial, Telefe Noticias presentó hoy la primera parte de un informe de investigación que recorre justamente todas las aristas de este caso.

En la primera parte de la investigación periodística llamada El Geriátrico de la muerte, se exhibe cómo se desencadenó la cadena de contagios a partir del 10 de abril, cuando se registró el caso cero, la cocinera del lugar, a quien hasta último momento las autoridades menospreciaron y le desestimaron su malestar.

La investigación cuenta con audios en los que se exponen diálogos entre los empleados del geriátrico y las autoridades. En ellos se puede advertir claramente el modo en que los directivos presionaban a los trabajadores para que asistieran al geriátrico, sin importar si contaban, o no, con algún tipo de afección.

"No hay manera de que estén contagiadas si los residentes no tienen nada. Cada vez que hablan lo veo más sospechoso. ¿Cómo creen que puede haber pasado? ¿Por arte de magia?, le cuestionaba por audio de WhatsApp Hugo Eduardo Visca, uno de los directores del geriátrico, a la encargada.

"Que tengan un poco de criterio, que no sean tan desgraciadas de buscar la excusa para poder faltar", dijo en otro de los audios el director.

A lo largo de la investigación dada a conocer por Telefe se pueden ver con claridad una serie de pruebas que dan cuenta de la negligencia con la que se actuó desde el 10 de abril hasta 17 cuando se dieron a conocer los primeros resultados positivos, momento en el cual intervino el gobierno de la Ciudad.

Sin embargo, lo que dejó en claro la primera parte del informe es que los días previos a la confirmación de los resultados médicos, las autoridades de Apart Inca se encargaron de desestimar la situación hasta último momento generando culpa entre los empleados y sin aplicar ningún tipo de protocolo que podría haber evitado la muerte de los residentes del geriátrico.