
El asesinato de Segovia en la cárcel habría sido el móvil de otra sangrienta venganza


ROSARIO.- En pleno territorio donde se enfrentan los clanes Caminos y Funes, en la zona sur de Rosario, se produjo un ataque que dejó un hombre muerto y tres heridos de gravedad, cuando dos jóvenes en moto dispararon contra un grupo de muchachos que estaba reunido al lado de un quiosco en los Fonavi de Grandoli y Gutiérrez. Las primeras hipótesis apuntan a que este nuevo asesinato es un ajuste por el crimen de Rubén Segovia, alias Tubi, quien fue asesinado el martes pasado en el pabellón 8 oeste del penal de Coronda. Segovia formaba parte del clan Caminos, que actúa en alianza con la banda de Los Monos.
En esa zona, en un radio de 11 cuadras, se produjeron más de 30 homicidios en el ultimo año. En esa lucha por el territorio para la venta de drogas están enfrentadas las bandas Funes y Caminos -estos últimos aliados a los Cantero-, que pretenden ocupar espacios que antes dominaban con exclusividad Los Monos.
En lo que va de 2018 se produjeron 80 homicidios en Rosario, donde el recrudecimiento de la violencia narco disparó un incremento de los asesinatos, que el año pasado habían descendido un 25%.
Ricardo Ezequiel Gómez, de 35 años, murió al ser alcanzado por una ráfaga de ametralladora. Se sospecha que este crimen es una venganza interna del clan Caminos. Se estima también que ese hombre habría tenido alguna relación con los asesinos de Tubi Segovia en la cárcel de Coronda.
La ráfaga de disparos no solo alcanzó a Gómez, sino también a otras tres personas. Dos de esos jóvenes se encuentran internados en grave estado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA). Después del homicidio, que se produjo en una pasarela del Fonavi, se vivieron momentos de suma tensión cuando arribó la policía. Ni siquiera pudo socorrerse a los heridos, porque los vecinos no dejaban ingresar a la ambulancia. Los lesionados y la víctima mortal fueron trasladados a los hospitales en los móviles policiales.
Ricardo Gómez, hermano de la víctima, contó que esos jóvenes estaban bebiendo gaseosas cuando pasó una moto y comenzó a tirarles. "Estaba de vigilancia y me llamaron para decirme que me mataron a mi hermano", relató, al tiempo que señaló que "los chicos se juntan siempre ahí a tomar algo", y reconoció que "esta bronca ya viene de hace rato".
"Pasó una moto, vieron el montón de chicos y tiraron", señaló. Gómez y recordó que en ese mismo barrio ya mataron a otros muchachos. "Primero mataron a Franco y a Cachín, que son del mismo barrio, y ahora le tocó a mi hermano", dijo. Y agregó: "Hay bronca entre bandas y como ellos viven acá, y asumen que todos están juntos pasan y les tiran".
En el lugar, el personal de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) recolectó 30 vainas servidas calibre 9 milímetros. Además, el fiscal Luis Schiappa Pietra se presentó en el lugar y ordenó una serie de medidas a los investigadores para dar con los homicidas.
En los últimos ajustes de cuentas entre bandas narco aparece la ametralladora como el arma elegida para pasar el mensaje de capacidad de fuego.