
Enfurecidos, los vecinos incendiaron la comisaría
Fueron reprimidos con balas de goma; hubo saqueos en un comercio cercano
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Al grito de "justicia, justicia" y en rechazo de la actuación policial un grupo de vecinos apedreó e incendió la comisaría de El Jagüel, en el partido de Esteban Echeverría. A diez cuadras de allí vivía Diego Peralta, el joven encontrado sin vida ayer después de estar secuestrado durante 39 días.
Poco después de las 22, un comercio de venta de indumentaria deportiva situado a 200 metros de la comisaría fue saqueado por una decena de jóvenes.
Mientras los agresores destrozaban las vidrieras para llevarse la mercadería, los amigos y vecinos de Diego se colocaron detrás de un enorme cartel que pedía justicia. Y desde allí gritaban "asesinos, asesinos".
Todo empezó a las 17, cuando una vecina había adelantado que los conocidos del joven, furiosos con la actuación policial, iban a dirigirse a la comisaría. A las 19 llegó el padre de Diego, Luis Peralta, en un patrullero, y veinte minutos después empezaron a llegar los vecinos. Con los carteles de señalización de la calle rompieron las ventanas de la seccional y luego prendieron fuego las cortinas. Irrumpieron en una de las salas y rompieron las computadoras que allí encontraron.
Enardecidos, dieron vuelta un automóvil Fiat Uno y lo incendiaron. En el momento más violento unas 400 personas manifestaban frente a la comisaría, situada en Reta y Algarrobo.
Dentro de la comisaría había unos ocho policías y 25 detenidos. Uno de los presos resultó con principio de asfixia y cinco uniformados fueron heridos. En una de las salas había una veintena de colchones y dos tubos de gas que avivaron las llamas.
"Yo sabía, yo sabía que a Diego lo mató la policía", cantaban. Los manifestantes fueron reprimidos con balas de goma y gases lacrimógenos. Un sargento, que resultó herido en un ojo por una pedrada, salió de la comisaría y disparaba sin cesar su escopeta Itaka.
"Ahora no es momento para evaluar por qué pasó esto", dijo el titular de la jefatura departamental de Lomas de Zamora, el comisario mayor Claudio Smith, al ser consultado sobre el motivo de la ira de los vecinos.
El local de ropa deportiva Forum Atlethic Store, de la esquina de Jacarandá y la ruta 205, quedó completamente vacío. La policía se enteró del saqueo por los medios y 40 minutos después llegaron diez efectivos. Ya no quedaba nada.
Los allegados de Peralta se mostraron indignados por el robo de los comercios. "Tengo bronca, impotencia. No justifico el incendio de la comisaría, pero ¿cómo puedo creer en la Justicia? Esto se palpaba en el ambiente", dijo a LA NACION Carlos González, padre de Jonathan, compañero de colegio de Diego.
A las 21.20 llegaron la Guardia de Infantería y refuerzos de otras seccionales, que alejaron a los manifestantes de la comisaría incendiada. A las 23 los ánimos se habían calmado. Unos 50 policías formaban un cordón para impedir el paso de los vecinos.
A 100 metros de allí piedras, cascotes y vidrios rotos quedaron regados en la calle. Eran los restos de la indignación de un barrio conmovido por la desgracia.





