
Estudian si hay más medusas en el Mar Argentino
Algunos datos sugieren que proliferan algunas especies
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Al menos algunas de las 100 especies de medusas o "aguavivas" del Mar Argentino parecen atravesar un período de "explosión reproductiva". El fenómeno, posiblemente relacionado con el calentamiento global, la disminución de sus predadores u otros factores ambientales, intriga a los investigadores. Y revela cuán poco se conoce todavía sobre el ciclo de vida y la distribución de estos organismos primitivos, que precedieron a los peces en más de 200 millones de años.
"La principal pregunta que nos hacen los pescadores es: ¿no hay cada vez más medusas? Y la verdad es que aún no podemos contestarla -dice el doctor Gabriel Genzano, investigador del Conicet en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Mar del Plata (Unmdp)-. Los datos lo sugieren, pero es necesario probarlo".
Desprovistas de cerebro y otros órganos, el movimiento de las medusas suele estar determinado por el flujo de las corrientes. Si bien la distribución de las especies es conocida, sus abundancias parecen ser cambiantes e imprevisibles. Este verano, los vecinos y turistas de Puerto Madryn se sorprendieron con la aparición de medusas gigantes de un metro de diámetro y 24 tentáculos de hasta cuatro metros de largo, de la especie Chrysaora plocamia. Según los científicos, el fenómeno ya se había registrado en 1997 y en 2000.
Por otra parte, una medusa diminuta y molesta para los bañistas, apodada "tapioca" (Liriope tetraphylla), parece estar expandiéndose más allá de San Clemente y Villa Gesell, donde era más habitual. Ya se constataron apariciones y picaduras cerca de Bahía Blanca, en los balnearios de Monte Hermoso y Pehuencó.
Las medusas no sólo son un tormento para los turistas. Tienen un rol importante en el ecosistema marino y, aunque compiten por el alimento con los peces, eventualmente se convierten en su presa en situaciones de escasez.
Por otro lado, existen dos docenas de especies que son comestibles en Asia, por su mayor proporción de gelatina, incluyendo una relativamente abundante en el Mar Argentino, Lychnorhiza lucerna, que el Instituto Nacional de Desarrollo Pesquero (Inidep) estudia en Mar del Plata para su posible explotación. También pueden ser fuente de queratina para la industria cosmética.
"Por eso es importante saber cuántas tenemos y adónde. Qué especies podemos encontrar y en qué abundancias, cuando se tira la red en Buenos Aires, en la Península Valdés o en Tierra del Fuego", enfatizó Genzano, que realiza un relevamiento exhaustivo de esas poblaciones.
Para el bañista común, en cambio, cualquier picadura de medusa amerita el mismo tratamiento. "Hay que lavar la zona con agua de mar, no con agua dulce, y aplicar frío seco y/o vinagre. Nunca rascarse ni dar calor a la zona afectada", recomendó el biólogo.
Agencia CyTA-Fundación Leloir




