
Habilitan la Bombonera para hacer recitales
Acuerdo entre Ameal y el ministro Santilli
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El estadio de Boca Juniors, la Bombonera, quedó habilitado ayer para ser sede de multitudinarios recitales al aire libre, según anunció el ministro de Espacio Público porteño, Diego Santilli, a la salida de la reunión que mantuvo con el titular de ese club, Jorge Amor Ameal.
"La Boca está apta y pueden volver los recitales a la ciudad", indicó el funcionario macrista, al concluir su encuentro con el presidente de Boca en la sede del club, según consignó la agencia de noticias Télam.
Ameal, por su parte, destacó: "Esta noticia nos hace muy bien y demuestra que estamos en sintonía con nuestros vecinos y con otras instituciones".
Santilli, quien durante la última semana también se reunió con los titulares de los clubes River Plate y Vélez Sarsfield (que solían aceptar recitales en las instalaciones de sus estadios), consideró: "Seguimos trabajando para que los recitales puedan hacerse sin molestar a los vecinos".
Estas reuniones implican las primeras reacciones del gobierno de la ciudad de Buenos Aires luego de que la mayoría de los productores y los principales rockeros argentinos criticaran la gestión de Mauricio Macri respecto de la fiscalización y requerimientos a los clubes, por considerar que, con esas exigencias, el funcionario ejercía "una política de prohibición de la música".
Andrés Calamaro, Gustavo Cordera y Fernando Ruiz Díaz fueron algunos de los músicos que expresaron y acompañaron con su enojo a los productores que creyeron ver la mano del gobierno porteño detrás de las presentaciones judiciales de los vecinos que lograban prohibir los recitales mediante medidas judiciales y administrativas.
River, vetado
A la salida de su encuentro con Ameal, Santilli sostuvo que la habilitación para que Boca pueda realizar recitales no alcanza a su máximo rival futbolístico. Especificó que el Monumental no tiene capacidad de utilización de su campo de juego con el público estando parado.
Los vecinos del barrio de Núñez fueron muy activos en la presentación de recursos para evitar que se realizaran recitales en River. Sus reclamos derivaron en varias oportunidades en la realización de estudios de impacto ambiental y sonoro.
Uno de ellos, encargado a la Facultad de Ingeniería de la UBA, determinó que la causa de las vibraciones fuertes en los edificios es la resonancia que produce el salto de los espectadores sobre el campo de juego y que esos movimientos pueden sentirse claramente a distancias de hasta tres kilómetros. La oscilación máxima de estos edificios durante un recital es de 1,2 milímetros, es decir, 30 veces menor a la resistencia que tiene que tener un edificio frente a la acción del viento, según explicaron los expertos.





