Invitado a la NASA
Nos dan acceso a toda su tecnología para que ayudemos con nuestras ideas a crear soluciones globales
Esta es la primera entrega de una serie sobre la experiencia de un argentino en la NASA
Tuve la suerte de ser seleccionado para el programa de Singularity University, donde durante casi 3 meses, te invitan a vivir, estudiar y trabajar en el Campus de la NASA en Mountain View, el corazón de Silicon Valley. Fuimos seleccionados 80 participantes de 35 países distintos que viven en 50 ciudades alrededor del mundo. El objetivo del programa es enseñarnos las últimas innovaciones tecnológicas en temas como inteligencia artificial, robótica, nanotecnología, nuevas energías, neurociencia, biotecnología y ciencias espaciales, entre otros para que propongamos ideas para resolver los grandes desafíos de la humanidad en materias como educación, energía, medio ambiente y alimentos. Singularity es un gran ejemplo de lo que se puede denominar "Innovación Abierta": nos invitan a la NASA y nos dan acceso a toda su tecnología para que ayudemos con nuestras ideas a crear soluciones globales.
Todos asumimos que fuimos seleccionados por algún motivo y venimos a compartir nuestro conocimiento
La experiencia, les confieso, es fascinante. Funciona como un "Gran Hermano" intelectual, donde participamos alumnos con edades entre 21 y 50 años, con perfiles muy distintos como científicos, economistas, emprendedores, actores, líderes sociales o de gobierno. Un tema importante de este encuentro planetario es la confianza. Todos asumimos que fuimos seleccionados por algún motivo y venimos a compartir nuestro conocimiento. No hay ningún "miedo al ridículo" o "al qué dirán", todos exponemos nuestras ideas y preguntas con la mayor claridad posible y defendemos nuestros puntos de vista con argumentos sólidos. Por ejemplo, nos pusieron a resolver una situación límite entre una italiana, una finlandesa, un sueco, un español, una rusa, un francés, un mexicano y este argentino.
Siento que lo que nos une a los seleccionados es la curiosidad por aprender, soñar, imaginar, crear y realizar. También nos une el poder pensar soluciones para industrias de las cuales no sabemos mucho, o casi nada. Aquí, en la NASA, están convencidos que la innovación viene estimulando la creatividad a mentes expansivas que se animan a pensar. Y muchas veces la innovación disruptiva llego de personas ajenas a una industria, como por ejemplo los creadores de Instagram, Spotify, Netflix, Twitter, etcétera.
Aquí nos estimulan no solo a aprender, sino a practicar y utilizar impresoras 3D, robots, drones, las gafas Google Glass y hasta simuladores de vuelo de naves espaciales
Aquí nos estimulan no solo a aprender, sino a practicar y utilizar impresoras 3D, robots, drones, las gafas Google Glass y hasta simuladores de vuelo de naves espaciales (estrellé la mía intentando aterrizar en Marte). La experiencia es enriquecedora desde todo punto de vista. Te enseñan a pensar exponencialmente y en un mundo de abundancia, donde todo es posible. Acá está el ecosistema más innovador del mundo y todas las mentes brillantes dispuestas a ayudarte si tienes buenas ideas. A pocos minutos de la NASA, están las oficinas mundiales de Apple, Google, Facebook y LinkedIn. Es el lugar donde se crea el futuro.
La agenda es muy intensa. Nos levantamos 5:45 de la mañana y desde las 6 hay actividades físicas: desde entrenamiento militar, escalada, club de corredores, hasta kundalini yoga. Es divertido intercambiar estas actividades, enseñadas por un soldado israelí hasta un astronauta o una persona de la CIA. Todo el tiempo suceden situaciones insólitas, como cuando decidimos los "latinos" invitar a los que quieran a jugar al fútbol y se presentaron en la cancha Susan de Australia y Sara de Finlandia.
En definitiva, Singularity University es un privilegio para detener el tiempo, pensar, soñar y crear nuevas ideas. Pudiendo, además, consultar, recibir consejos y capital de la gente más brillante del mundo para concretar proyectos globales.
Es un privilegio para detener el tiempo, pensar, soñar y crear
Por último, me gustaría destacar la importancia del "ecosistema" emprendedor basado en la "meritocracia". La gran tendencia mundial es promover "la inteligencia colectiva" y el crowdsourcing. Las ciudades o provincias que estimulen esto en la Argentina lograrán atraer y fomentar el talento de todo el país. ¿Y cómo hacerlo? creando centros de "Makers", lugares donde todo el mundo pueda aprender a utilizar las tecnologías del futuro, como sucede en la aquí en la NASA. Probablemente la próxima gran idea de la Argentina llegará así, de un adolescente en cualquier pueblo del país.
- Podés conocer más sobre la experiencia de Pablo Larguía en su blog