
La aventura secreta del Che en Praga
"Es la figura por antonomasia del condottiero, más allá de cualquier simpatía de carácter político", expresó Abel Posse al exaltar el coraje del Che Guevara, personaje de su última novela, "Los cuadernos de Praga".
La nueva obra se refiere a un tema que estuvo oculto hasta hace cuatro años: varios meses que Guevara pasó en secreto en Praga en 1966, después de ser derrotado en el Congo y antes de emprender la aventura revolucionaria en Bolivia,donde encontraría la muerte.
En esos momentos, pasando inadvertido "disfrazado de burgués", relacionándose con el espionaje alemán oriental, viendo un socialismo que se autodestruía, según Posse, el Che quiso interrumpir una transacción que veía venir entre el sistema socialista y el mundo capitalista. "Pensó que podía ser la chispa de un enorme incendio", creando un foco guerrillero continental en Bolivia.
En un almuerzo servido en el restaurante La Porcherie, en Montevideo 966, Posse dialogó con Félix Luna sobre su último libro, editado por Atlántida.
Y también compartió una mesa con Antonio Cafiero, Lucio García del Solar, María Kodama, Hipólito Solari Yrigoyen, Marcos Aguinis, Bernardo Neustadt, Marcelo Sánchez Sorondo, Jorge Naveiro, de Atlántida, y Fima Leloir, dueña del local. En otras mesas se hallaban, entre otros, Graciela Maturo, Rodolfo Rabanal, José Luis de Imaz, Ana Colotti, Eduardo Gudiño Kieffer y Ricardo Dealecsandris.
En un breve diálogo con Luna, Posse recordó la frase de Albert Camus: "El único testigo de una idea es el que es capaz de matar y de matarse por ella".
¿El Che era un ambicioso en política?, le preguntó Luna.
Posse dijo que su itinerario era bastante extraño y partía de un hombre que era doblemente aristocrático, porque tenía una familia pobre y "los pobres de la aristocracia sobreactúan". Renunció a su amor juvenil y conectó su aventura personal con un acontecimiento histórico. Luego despreció el poder. Era el condottiero que abre el camino a través de la guerra pero no sabe conducir la paz.
Luna insistió en que esa ambición de guerra generó un mar de sangre, para crear un hombre nuevo. ¿No hizo algo parecido Pol Pot?
Posse, que admira su espíritu combativo, consintió en que los efectos de Guevara han sido atroces: llevó a la muerte a muchas personas, "pero el primero que murió fue él". Para él, "el socialismo era un trampolín para el hombre nuevo".
¿Cuánto de historia y cuánto de novela tiene el libro?
"Es todo historia", aventuró Posse. "El novelista sólo puede agregarle ánimo ( animus ) a los contenidos de la historia."
"Traté de que la historia prevalezca sobre la ficción", dijo al señalar que los personajes son reales, y que sólo imaginó algunos paseos o reflexiones. Porque el rumor de que el Che escribió unos cuadernos en Praga no ha sido corroborado hasta ahora con el encuentro de esos documentos.
Posse, que confesó:"Nunca fui un vendedor de libros", confió en que esta edición de Atlántida se difunda como El Gráfico o Billiken.







