La Fundación Campomar abrió sus laboratorios
Interés: centenares de personas se acercaron ayer a la institución para conocer de cerca el trabajo de los investigadores.
Ayer, el Instituto de Investigaciones Bioquímicas Luis F. Leloir, de la Fundación Campomar, abrió las puertas de sus laboratorios para que el público pudiera ver de cerca el trabajo de los científicos.
Los organizadores de este inusual encuentro, que se realiza todos los años e incluye charlas, señalaron que varios centenares de personas -entre estudiantes, amas de casa y profesionales- se acercaron al Instituto para "investigar" el lugar donde los científicos desarrollan sus trabajos.
La experiencia tiene como objetivo desmitificar el mundo que rodea a los investigadores. "Queremos que la gente sepa que nosotros no estamos encerrados todo el día en un laboratorio, ajenos a la realidad", explicó a La Nación el doctor Luis Ielpi, que está a cargo de los estudios sobre la compleja genética bacteriana.
La señora Elsa Rodríguez se sumó a la propuesta de la Fundación Campomar y participó de una charla sobre esclerosis múltiple. "Mi hermano padece de esta enfermedad y me gustó la idea de informarme a través de la palabra de un científico", dijo.
Por su parte, Gimena Siena, que estudia medicina en la Universidad de Buenos Aires, se interesó por el debate sobre "La medicina del 2000". Cuando finalice sus estudios, aspira obtener una beca en el instituto.
"Me parece muy interesante la propuesta de la Fundación Campomar _comentó_. La gente tiene que entender el capital que significa para la sociedad contar con logros científicos que nos posicionan en el mundo." Justamente, otro de los motivos para abrir de par en par las puertas del instituto es que la comunidad tome conciencia sobre la importancia de la ciencia para el país. Según Luis Ielpi, en la Argentina no se fomenta la investigación ni desde el punto de vista cultural ni desde el presupuestario.
"Un país que sabe valorar la ciencia destina el 2 por ciento de su PBI", advirtió, tras recordar que en la Argentina se destina sólo el 0,6 por ciento a esa actividad.
Agregó que la falta de presupuesto lleva a que los científicos que estudiaron en nuestro país apliquen luego sus conocimientos en el exterior, allí "donde el gobierno y la comunidad respaldan la investigación".
El Instituto fue creado en 1947 por el profesor Luis F. Leloir, premio Nobel de Química de 1970.
El plantel original era de cinco investigadores y el actual está formado por más de 30, además de los 40 graduados universitarios que hacen su doctorado en la institución.
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