La ruta de las residencias aristocráticas que bordean la ribera norte
Villa Ocampo cautivó a las primeras damas del G-20; el circuito integra otras dos quintas del siglo XIX y una cuarta posterior, pero en estilo colonial
A principios del siglo XIX una escena se repetía en la ciudad: esclavos cargaban baúles y petacas de cuero sobre los techos de las carretas en las que las familias pudientes atravesaban caminos de tierra durante tres días para llegar a sus quintas veraniegas de San Isidro, a donde se retiraban a descansar hasta la llegada del otoño.
Si bien las rutinas cambiaron y esa misma travesía se hace en media hora, aún subsisten varias de aquellas residencias, edificadas con el mismo estilo criollo colonial de las estancias bonaerenses. Una de ellas, Villa Ocampo, alojó la semana pasada un encuentro de las primeras damas de los países del G-20.
Los gruesos muros de estas casonas de la zona norte albergaron también a escritores, pintores y próceres, al tiempo que fueron testigos de acontecimientos históricos y fieles exponentes del modo de vida de la clase alta del Río de la Plata. Se caracterizan por mezclar la tradición criolla y la europea, en un estilo que se plasma en patios andaluces, aljibes, bancos revestidos en mayólicas españolas, glorietas, extensos parques en declive con ombúes y jacarandás centenarios, y azoteas con vista al río; además, en muebles provenzales, espejos y vajilla traída desde Londres o París.
La casa mejor preservada es la del pintor Prilidiano Pueyrredón, el más exquisito retratista de la sociedad porteña del siglo XVIII, autor de los primeros desnudos femeninos en Buenos Aires, quien agregó una torre a la casa para instalar su atelier, en el que realizó varios cuadros que hoy exhibe la casona en su museo dedicado a la obra del artista. La residencia está situada en Rivera Indarte 48; posee un hermoso jardín con 99 especies de pájaros, perfume de magnolias y un algarrobo de 255 años a cuya sombra descansaba el General San Martín.
La quinta había pertenecido al político y militar Juan Martín de Pueyrredón, padre del pintor. El interior está decorado con mueblería victoriana del siglo XIX, armas y hasta una mesa puesta con vajilla alemana Maissen y un juego de cubiertos de plata portugués. Fue declarada Monumento Histórico Nacional. "Se pueden visitar las habitaciones, el patio interno y su jardín, pertenecientes a lo que se llamó la chacra de Bosque Alegre", informó la Oficina de Turismo de San Isidro. Esas tierras son las que repartió Juan de Garay durante la segunda fundación de Buenos Aires y fueron asignadas a un carpintero llamado Antón Roberto, quien luego las vendió. A lo largo de los años pasaron de mano hasta llegar al brigadier Pueyrredón en 1815. Entre 1911 y 1912 fue utilizada como residencia presidencial por Roque Sáenz Peña, hasta que en 1941 la municipalidad la adquirió.
En el casco histórico de San Isidro, a metros de la Catedral, en la prolongación de la calle Belgrano, se encuentra el Paseo de los Ombúes, un mirador barrancas al río entre calles adoquinadas. A su alrededor se sitúa la residencia de Mariquita Sánchez de Thompson y la casona La Porteña.
Lugares de encuentro
La casa de Mariquita es la quinta colonial llamada Los Ombúes, en Adrián Beccar Varela 774. Fue heredada en 1812 por la patriota, considerada la primera mujer políticamente activa, famosa por sus tertulias y por ser en su casa donde se cantó el Himno Nacional por primera vez y por donde pasaron Rivadavia, San Martín, Lucio Mansilla y Alberdi, entre otras personalidades políticas.
"Más tarde la casa fue habitada por la numerosa familia Beccar Varela hasta 2005, momento en el cual se la donaron a la Municipalidad", cuenta Marcela Furgado, directora del Museo Beccar Varela. En su interior se destacan los cuartos de la casona original del período virreinal, el patio interno con aljibe y mayólicas, y el comedor con vajilla europea utilizado a diario por la tradicional familia. En su jardín abierto al público poblado de algarrobos, palos borrachos, pinos y cedros, suelen pasar el mediodía los chicos de los colegios cercanos.
A metros de allí, llama la atención otra casona pintada de rosa con puerta cancel, faroles de hierro y aljibe. Se trata de La Porteña, una construcción de 1965 en cuyo solar vivió el primer gobernador de las Islas Malvinas, Luis Vernet, que se realizó según los planos originales de mediados del siglo XIX; de allí sus características tan particulares, como el color de sus paredes y el verde claro de sus ventanas y rejas. Estos detalles se pueden observar desde la calle, ya que el lugar es propiedad privada. De todos modos, sus habitantes están habituados a ver turistas en las inmediaciones, especialmente los que llegan desde la Capital rumbo a Tigre pues esta zona es un paso obligado.
Finalmente, más al norte, es posible visitar la residencia de la escritora Victoria Ocampo, lugar de reunión de importantes figuras de la cultura mundial del siglo XX. Allí también se pueden visitar los interiores y caminar por su jardín, junto a la barranca colmada de arboledas, con una glorieta y una fuente de agua. Está situada en la calle Elortondo 1837 y se construyó en 1891, sobre un gran terreno de diez hectáreas que pertenecía en un principio a Francisca Ocampo de Ocampo, conocida como "Tía Pancha", quien lo cedió para que se erigiera allí una típica villa italiana, donde toda la familia pasaría sus veranos de noviembre a marzo.
Más información
Horarios y actividades: http:/sanisidro.gob.ar/museos y http://unescovillaocampo.org/web/visitanos/
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