Las actividades de Perel en Antfactory

DOLORES (De un enviado especial).- En su afán por desentrañar la compleja vida de Isidoro Mariano Losanovscky Perel, los investigadores intentan establecer qué tipo de actividades cumplía el financista y a qué negocios se dedicaba Antfactory, la empresa para que la que trabajaba en el momento de ser asesinado.

Según informaron calificadas fuentes judiciales y policiales, Antfactory Latin America fue creada en julio último. Se instalaron oficinas en México, San Pablo y Buenos Aires.

Entre fines de agosto y principios de septiembre último comenzó a funcionar la filial en nuestro país, en una oficina situada en Presidente Perón 949.Según lo que pudo establecer La Nación , la oficina le pertenecía a Losanovscky Perel, que se la alquilada a Antfactory.

Losanovscky Perel, quien en la tarjeta personal de la empresa se presentaba como Mariano Perel, era uno de los cinco ejecutivos de la filial argentina de Antfactory.

Además de Julio Hardy, que ya declaró en la causa, Perel estaba acompañado por Saúl Attie, que se encargaba de realizar tareas de consultoría; Nicolás Perkins, a cargo de las cuestiones legales de todos los contratos e inversiones que se pudieran concretar, y Diego Losada, que confeccionaba los estudios financieros y viabilidad de las inversiones.

La función específica de Perel concentraba todo lo que se refería a servicios financieros. Aunque aparentemente cobraba el mismo sueldo que sus compañeros, la imagen de Hardy aparecía por encima de los demás, debido a que era el responsable de diagramar la estrategia global de la empresa.

Unicos autorizados

Losada, Perel y Hardy eran los tres ejecutivos que estaban autorizados a firmar los cheques de la compañía que operaba con una sola cuenta corriente en la Banca Nazionale del Lavoro y que contaba con un presupuesto mensual de 100.000 pesos.

En Antfactory Latin America trabajaban 30 personas distribuidas en las oficinas de México, San Pablo y Buenos Aires. La casa matriz funcionaba en Londres y había comenzado a operar en septiembre de 1999. En cuanto al paquete accionario de la empresa, la mitad pertenecía a Citicorp, mientras que el otro cincuenta por ciento se repartía entre las firmas Aliance, Hopa y un grupo de accionistas menores.

Fuentes del Citibank, en tanto, aclararon que Perel nunca había tenido vinculaciones con la entidad crediticia, pese a que así lo habían dicho testigos que declararon en Dolores.

Hasta el momento, los investigadores lograron establecer que Antfactory se dedicaba a realizar inversiones en el área de tecnología, especialmente en el rubro de comunicaciones. La filial argentina, para la que trabajaba Perel, tenía balance negativo, debido a que su misión era asesorar pero no vender. Generaba gastos, pero no ingresos.

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