Mendoza: cientos de taxistas protestaron ante la aprobación de Uber
MENDOZA.- Era inevitable. Antes de la ley, iban a mostrar la resistencia final. Es que llegó el día decisivo para los taxistas de Mendoza ante el inminente desembarco de Uber . Por eso, decidieron levantarse temprano y manifestarse por diversas calles de microcentro capitalino antes del tratamiento y de la inminente aprobación de la norma que regulará por primera vez en el mundo a las plataformas electrónicas antes de instalarse en una ciudad.
Así las cosas, a horas de que el proyecto de ley de movilidad provincial sea refrendado en la Casa de las Leyes, los choferes y propietarios de taxis y remises siguen poniendo el grito en el cielo para impedir que las empresas virtuales tengan el aval legal para desarrollarse en tierra cuyana.
Cientos de vehículos decidieron concentrarse en puntos estratégicos de la Ciudad, sobre todo en dos sitios claves: el Parque General San Martín y calle Mitre y Godoy Cruz, de Ciudad. Una vez reunidos en masa comenzaron a marchar hacia la Legislatura provincial para meter más presión a los legisladores.
Sin embargo, se espera que la iniciativa obtenga el visto bueno de casi la totalidad de los miembros del Senado, tal como ocurrió antes del receso invernal en la Cámara de Diputados.
"Es una empresa que no aporta nada, no tendrá que lidiar en cuestiones laborales. Se lleva toda la plata afuera", se quejó Diego Vázquez, uno de los referentes de la Asociación de Propietarios de Taxis de Mendoza (Aprotam). "En Mendoza no hay monopolio en los taxis. Es el lugar donde más distribuido está", agregó el presidente de la entidad, Fernando Sáenz.
Tanto los legisladores del oficialismo, impulsores de la medida, como de la oposición se han mostrado abiertos a darle lugar a las plataformas digitales, a tono con lo que ocurre en las más de 600 ciudades donde opera la compañía estadounidense o su competidora Cabify.
De aprobarse hoy el proyecto de ley de modificación de la norma de tránsito 6.082, las compañías podrán funcionar bajo la modalidad de "Servicio de transporte privado a través de plataformas electrónicas" de interés público. En tanto, los taxis y remises quedarán englobados como "servicios de interés general y servicios habilitados". De todas maneras, los propietarios de los vehículos deberán registrar las unidades y abonar un monto por la habilitación. Entre las exigencias, acordadas en las modificaciones a la norma, se encuentran además que las firmas deberán abonar un impuesto que se destinará a un fondo para el financiamiento en la adquisición de nuevas unidades de transportes y que los choferes de taxis también puedan ser parte de la compañía; esto es ofrecer ambos servicios. Se trata de una "sobrealícuota del 1% sobre el total del viaje en el impuesto sobre los ingresos brutos que corresponda a la actividad".
Por su parte, se ponen de manifiesto las diferencias entre Uber o Cabify y las empresas de taxis y remises, que radican principalmente en cuatro puntos: la inscripción de una autorización, provisoria y precaria; la prohibición de hacer oferta pública; no se les garantiza una rentabilidad razonable bajo un régimen tarifario ya que no prestan un servicio de interés general, sino privado y no cumplen un servicio continuo, sino ajustado a la demanda y las solicitudes precursadas por el sistema.