
Muy popular: el rincón de comida típica argentina que un neozelandés fan de Maradona abrió en el mejor mercado de Dinamarca
Desde 2017, Laboca deleita en el Torvehallerne de Copenhague a locales y turistas con sabores auténticos
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Nació en 1974 en Wellington, capital de Nueva Zelanda, y su primer recuerdo relacionado con la Argentina es de cuando tenía 12 años: la final del Mundial de 1986. “En Nueva Zelanda no se ve mucho fútbol, así que era algo completamente nuevo para mí. El rugby es, por supuesto, el deporte nacional, así que no estaba muy al tanto del fútbol porque en aquel entonces no tenía demasiada popularidad. El Mundial fue el momento perfecto para descubrir a Maradona en toda su grandeza y, después de eso, me volví fan”, comentó Andrew Harris, propietario de Laboca, el restaurante inspirado en el barrio homónimo y especializado en empanadas que abrió en Copenhague en 2017. Los alfajores son otro producto estrella y la parrilla será el próximo plato típico.
Dos décadas después de aquel campeonato, en 1998, se mudó a la capital de Dinamarca. Se fue por amor, y allí comenzó su vínculo con el país de su ídolo Diego Armando Maradona.

En 2010, lo contrataron como jefe de cocina en un bar de vinos y restaurante argentino. El lugar se llamaba Malbeck y era propiedad de dos daneses, Patrick y Hans, que habían vivido y estudiado en la Argentina durante algunos años y habían desarrollado un gran amor por los vinos del país.
“Al volver a Dinamarca, decidieron abrir el primer bar de vinos argentinos del país. Yo no tenía experiencia en gastronomía argentina, así que empecé a investigar, y luego Patrick y Hans me invitaron a un viaje de inspiración a la Argentina durante un par de semanas. Me enamoré del país, de su gente y de su comida”, sostuvo Harris.
Su primer destino aquí fue Mendoza. “Un viaje centrado principalmente en el vino. Ellos importaban todo para el bar directamente de pequeños productores, así que era una oportunidad para conocer a las bodegas con las que trabajaban, probar cosas nuevas, asistir a degustaciones, etc. Por supuesto, necesitábamos comer, y casi todos los días salíamos a almorzar con los enólogos a sus lugares locales favoritos”, explicó.

“Pasamos prácticamente todo el viaje en Mendoza. Lo que más me impactó fue la enorme amabilidad y generosidad de las personas que conocí, y la belleza absoluta del entorno: esos viñedos secos, rocosos y de suelo pizarroso, bajo la imponente presencia de la Cordillera de los Andes que lo domina todo”, agregó Harris.
Después de ese viaje, su amor por la Argentina no hizo más que crecer hasta desembocar en la creación de Laboca. El restaurante abrió en 2017 en Torvehallerne, el mercado más prestigioso de Dinamarca, ubicado en pleno centro de Copenhague, cerca del jardín botánico y del castillo de Rosenborg.
“Es un mercado que no solo tiene restaurantes y bares, sino también puestos clásicos como carnicerías, pescaderías, panaderías y cafeterías. Entonces es posible comprar una gran variedad de productos de calidad y cosas únicas, tanto de Dinamarca como del exterior. Torvehallerne es un punto de encuentro para turistas y locales. No podría existir un lugar mejor para tener un negocio y representar a la Argentina”, afirmó el neozelandés.
El menú del restaurante está compuesto principalmente por empanadas: Laboca tiene 12 variedades que van cambiando según la inspiración. “Principalmente vendemos empanadas porque me enamoré del concepto cuando viajé por la Argentina. Son muy versátiles y hay muchas buenas razones para comprarlas: se sirven rápido, se comen con la mano, pueden compartirse entre muchas personas, los rellenos pueden ser tan creativos como uno quiera y son accesibles. Así que ganan en muchos sentidos”, detalló Harris.

“No hay nadie más en Copenhague que las produzca a nuestra escala. Hacemos alrededor de 1000 por día en invierno y unas 1500 por día en verano… así que son muy populares. También hacemos nuestros propios alfajores. Tenemos cuatro variedades: tradicional, maicena, triple chocolate y chocolate blanco con nuez y frambuesa. Hasta ahora no habíamos tenido permiso para usar parrilla porque no era posible instalar un extractor de humo, pero eso cambió: a comienzos del próximo año lo tendremos”, agregó el fundador de Laboca.
Además, el restaurante argentino también es conocido por su venta de productos nacionales. “Laboca es el único especialista en Dinamarca que ofrece productos de nicho provenientes de la Argentina. Es una pequeña tienda de esquina que transporta a nuestros visitantes directamente a la Argentina. Se pueden comprar distintos productos argentinos: desde dulce de leche y Bon o Bon hasta Chocolinas, yerba y alfajores”, describió.
El negocio se llama Laboca porque está inspirado en el icónico barrio porteño, que vibró al ritmo de Maradona, y la estética replica su identidad visual. “Esto significa que la paleta de colores tan reconocible ayuda a que mi local destaque: es vibrante y tiene personalidad. El barrio representa un lugar para la gente… y así es como también me gusta presentar mi tienda”, afirmó Harris.

Después de abrir su restaurante, viajó a la Argentina por segunda vez, en un viaje dedicado exclusivamente a comer en Buenos Aires. Recorrieron la ciudad de punta a punta en busca de las mejores empanadas. “Pasamos mucho tiempo recorriendo la ciudad y probando las empanadas que nos habían recomendado… Y, por supuesto, comiendo muchísimos bifes. Conocimos a dos argentinos que eran familiares de un miembro de mi equipo y ellos nos llevaron a varios lugares underground que no suelen aparecer en los mapas turísticos habituales”, apuntó.
Para el futuro, Harris tiene un objetivo claro: “Seguir siendo la mejor tienda de empanadas y productos argentinos en Dinamarca. Mejorar continuamente y ofrecer a nuestros clientes un auténtico sabor de la Argentina, junto con nuestra hospitalidad y nuestro servicio”.
Además, quiere volver a la Argentina a comienzos del próximo año y abrir Laboca 2, un local más grande que el actual, donde producirán todas las empanadas y tendrán una parrilla más amplia. “Estará ubicado en el barrio de Nordvest, en Copenhague. Es una zona en crecimiento, habitada por familias, jóvenes y perfiles más alternativos. Es muy emocionante. Si todo sale según lo planeado, esperamos abrir varias sucursales más de Laboca en la ciudad”, concluyó.
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