Nuevo estudio: por qué bailar tango podría ser una actividad clave para desacelerar el envejecimiento cerebral
Varias experiencias inmersivas, como la danza o las manualidades, podrían contribuir a preservar las funciones cognitivas, según se publicó en Nature Communications
7 minutos de lectura'

WASHINGTON.− Hacer música, bailar, hacer manualidades, y hasta jugar a algunos tipos de videojuegos, no solo son actividades inmersivas, sino también emocionalmente gratificantes, y según un nuevo estudio científico, hasta podrían desacelerar el envejecimiento del cerebro. Analizando datos de la actividad cerebral, los investigadores descubrieron que abocarse a tareas creativas de cualquier tipo está asociado a un cerebro de apariencia más joven. El estudio fue publicado en octubre por la revista científica Nature Communications.
“Esta no es solo una solución para los Leonardo Da Vinci del mundo. Los beneficios de las actividades creativas no solo son para los genios o los artistas profesionales”, apunta el doctor Agustín Ibáñez, autor del estudio y director del Instituto Latinoamericano de Salud Cerebral de la Universidad Adolfo Ibáñez. “Vivimos en un mundo lleno de estrés, angustia e incertidumbre, así que fabricarse una pequeña burbuja con el arte o la música puede tener un impacto muy positivo en la salud cerebral”.
Retardar el envejecimiento
Los investigadores analizaron las imágenes de la actividad cerebral de 1467 participantes sanos de todo el mundo, incluyendo bailarines de tango, músicos, artistas visuales y jugadores de videojuegos de estrategia, y para cuantificar el grado de envejecimiento de sus cerebros utilizaron relojes cerebrales, que son modelos computacionales capaces de estimar la diferencia entre la edad cronológica de una persona y la edad biológica de su cerebro.
“Usamos mediciones de conectividad cerebral para predecir la edad del cerebro, y existe una brecha entre la edad estimada y la edad real”, explicó Ibáñez. “Esa brecha nos da información para evaluar si hay un envejecimiento cerebral acelerado o retardado”.
En algunas personas con afecciones psiquiátricas y neurológicas ya se había observado un envejecimiento cerebral acelerado, evidenciado en el aspecto de sus cerebros, que parece avejentado en relación con la edad de la persona. En el estudio actual, Ibáñez y sus colegas querían investigar qué otros factores están asociados con el retraso del envejecimiento cerebral.
Los investigadores descubrieron que la práctica de las cuatro actividades creativas y desafiantes que analizaron —danza, música, artes visuales y videojuegos de estrategia— está asociada con un retraso del envejecimiento cerebral. Además, cuanto mayor experiencia y mayor nivel de rendimiento en esas actividades, también mayores los beneficios: en comparación con los aficionados, los expertos con años de práctica tenían cerebros más jóvenes. De todos los participantes, los bailarines de tango altamente calificados parecían tener los cerebros más jóvenes: un promedio de siete años menos que la edad cronológica de la persona.
Sin embargo, incluso los participantes que adquirieron tardíamente una habilidad creativa obtuvieron algunos beneficios antienvejecimiento. Los investigadores entrenaron a 24 personas para jugar al videojuego “StarCraft II”, que requiere un uso del pensamiento estratégico y la imaginación. Al grupo de control lo entrenaron para jugar al “Hearthstone”, un videojuego con reglas que limita la improvisación y la creatividad. Tras 30 horas de entrenamiento distribuidas a lo largo de tres o cuatro semanas, el grupo de “StarCraft II” mostró un envejecimiento cerebral más lento que el grupo de “Hearthstone”.
El estudio empleó métodos sólidos y validados científicamente, y sus hallazgos coinciden con investigaciones previas que demuestran que la actividad artística está relacionada con una edad biológica más joven, apunta Daisy Fancourt, profesora de psicobiología y epidemiología en el University College de Londres.

“Cada vez hay más estudios que detectan el vínculo entre participar de actividades artísticas y la preservación cognitiva, así como un retraso en la aparición de la demencia”, dice Fancourt, que no participó del nuevo estudio. “Por lo tanto, si bien es importante replicar estos nuevos hallazgos en otros conjuntos de ensayos, este estudio reconfirma la importancia de seguir investigando sobre los beneficios de las artes para la salud”.
Efecto protector, incluso con actividades pasivas
Hasta disfrutar del arte creado por otros, como ir a un concierto o a una obra de teatro, puede tener efectos protectores que ayudan a amortiguar el deterioro cognitivo relacionado con la edad. Otras investigaciones sugieren que esta participación “receptiva” puede ayudar a preservar la función cognitiva en etapas posteriores de la vida.
En un estudio de 2022, la profesora de investigación Jill Sonke y sus colegas del Centro para las Artes en Medicina de la Universidad de Florida analizaron datos de 4344 adultos mayores basados en seis pruebas cognitivas realizadas en 2004 y 2011. Si bien el rendimiento general en las pruebas disminuyó ligeramente durante los siete años transcurridos desde el inicio del ensayo hasta su seguimiento, participar en actividades artísticas pasivas o receptivas hasta tres horas a la semana —ir a un concierto, una obra de teatro o un museo— quedó asociado con una subsecuente mejor memoria.
Un estudio más reciente, publicado durante este año, descubrió que participar en actividades cognitivamente estimulantes tiene una amplia gama de beneficios para el cerebro: mejor memoria, mejor capacidad lingüística y mejor función ejecutiva.
Esos hallazgos provienen del Long Life Family Study, un proyecto de investigación enfocado en familias con varios miembros que viven hasta los 90 años para descubrir los factores biológicos, ambientales y conductuales que contribuyen a un envejecimiento saludable. Los adultos mayores sin antecedentes familiares de longevidad que participaban frecuentemente en pasatiempos como leer y asistir a conciertos, obras de teatro y musicales igualaron el nivel de buen funcionamiento cognitivo de quienes pertenecían a familias de longevos.
“Por más que una persona no provenga de una familia excepcionalmente longeva, nuestros resultados demuestran que participando en actividades cognitivamente estimulantes puede mejorar sus chances de preservar su salud cognitiva”, señala Stacy Andersen, profesora adjunta de medicina de la Facultad de Medicina Chobanian & Avedisian de la Universidad de Boston, y autora principal del estudio de septiembre. “No hay mejor momento que el presente para aprender algo nuevo, como fotografía o tocar la guitarra, que también pueden ayudar a proteger la salud del cerebro en el futuro”.
Cómo sacar provecho de las actividades creativas
Estos son algunos consejos de expertos para fomentar nuestra participación en actividades creativas:
- Cultivar un estado de fluidez. El doctor Ibáñez cree que el poder de la creatividad proviene de entrar en el estado de fluidez, donde el estrés y el tiempo se desvanecen. Para eso hay que inclinarse por actividades y experiencias que nos mantengan plenamente ocupados y profundamente concentrados. “Para vivir una verdadera experiencia creativa se necesita concentración, atención y práctica”, apunta Ibáñez.
- Participar en clubes o grupos de aficionados. Tener fuertes vínculos sociales también está asociado con un envejecimiento saludable, y una actividad creativa compartida es una forma de conectar con otras personas con los mismos intereses.
- Combinar la creatividad con el movimiento. “De algunos pasatiempos, como la danza, no solo participa la mente, sino también el cuerpo”, agrega Andersen. “Toda actividad que preserva la salud del corazón también ayuda a preservar la salud del cerebro”.
- Recordar que “nunca es tarde”. Entusiasmarse con un pasatiempo o un proyecto creativo implica tener un propósito, un objetivo, y eso brinda mucha satisfacción, especialmente después de jubilarse. La doctora Sonke, por ejemplo, aprendió a cantar y a tocar la guitarra a los 54 años. “Fue increíble empezar a aprender una nueva forma de arte en la mediana edad”, recuerda Sonke, que ahora tiene 59. “No pretendo ser música profesional, pero hoy se ha convertido en una parte fundamental de mi vida”.
“El arte es increíblemente multimodal, por la cantidad de beneficios diferentes que nos aporta a la vez”, señala Sonke. “Puede conectarnos con información, con movimiento físico y con actividades que nos inspiran y contribuyen a bajar el nivel de estrés y mejorar nuestra salud mental”.
(Traducción de Jaime Arrambide)
1Después de dos años: con la instalación de la última pieza destrozada por un temporal, la ciudad recuperó un ícono
2Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen: esta es su historia y qué oración rezarle
- 3
Hay alerta naranja por tormentas para este lunes 8 de diciembre: las provincias afectadas
- 4
Ley de Libertad Educativa: homeschooling, examen final del secundario, evaluación docente y rendición de cuentas, los ejes



