Preocupa la repetición de robos en el lugar donde balearon al turista sueco

Los vecinos de la calle Tacuarí al 400, donde le dispararon en un intento de robo al turista sueco Christoffer Persson, aseguran que no fue un caso aislado ese ataque ocurrido en la noche del domingo pasado. La sucesión de robos que se dieron en la cuadra antes de esa agresión encendió las alarmas de los residentes en esa zona de Montserrat, que reclaman más vigilancia.

"A mí me robaron acá en el local, al comercio de acá al lado también y dentro del edificio de allá, también. Todo eso pasó a finales de noviembre en un lapso de 15 días", contó a LA NACION Vera Dos Santos, de 51 años, una comerciante que tiene su negocio en esa cuadra.

"Uno de los casos que conocemos acá ocurrió un domingo -como el intento de robo sufrido por Persson-, cuando una chica del edificio de al lado había salido a comer con el esposo. Cuando regresó al departamento había tres individuos adentro. No bien los vio, salió corriendo. Cuando estaba en la calle la agarraron y le pegaron. Después huyeron", contó Dos Santos.

"Y acá también, en mi negocio, me robaron a los pocos días de ese hecho. Fue en la madrugada de un lunes. Por suerte no estaba, pero me rompieron la cortina para ingresar. Se llevaron herramientas y la poca plata que había. Lo que pedimos es más seguridad, nada más. Para los turistas y para los que trabajamos. Para todos".

El incidente del turista sueco sucedió el domingo pasado a las 22.21 frente a un comercio ubicado en Tacuarí 498, en el barrio porteño de Montserrat, a pocos metros de la avenida 9 de Julio. Según se pudo ver en las filmaciones de la cámara de seguridad aportadas por un negocio cercano al ataque -imágenes que confirmaron los dichos de los testigos-, Persson, junto con su novia, de nacionalidad italiana, Maria Izzo, caminaban por la calle Tacuarí hacia el lado de la intersección con Venezuela cuando fueron interceptado por un ladrón armado.

Los vecinos de la cuadra de Tacuarí quedaron conmocionados por el hecho. Tras un recorrido de LA NACION por la zona distintos residentes denunciaron que se observa poca presencia policial y relataron que "se sienten inseguros". Gregorio, un comerciante que atiende un local sobre Tacuarí, aseguró: "En un lapso 15 días, después del robo en una peluquería, me entraron dos veces a robar en mi comercio. En los dos casos se llevaron todas las herramientas y la primera vez se habían llevado, además, todo el dinero. Entraron a la madrugada, reventaron la persiana y huyeron como si nada".

Frente al lugar donde Persson cayó tras el disparo, Irma y Ricardo tienen una tapicería. La pareja detalló que por el horario -a las 22.21- y por tratarse de un día no laborable se enteraron después del caso del turista baleado, pero no se sorprendieron por un robo más en la zona. "La verdad es que nos queda un sabor amargo. No es que tenemos miedo, aunque acá roban seguido. Nos sentimos inseguros. Hay que creer en Dios y pedir que no te pase", se lamentan mientras observan la mancha de sangre que estaba impregnada en la vereda.

Fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, por su parte, señalaron que la zona es patrullada por denuncias de hurtos: "En esa zona contamos con paradas policiales ubicadas sobre la base del despliegue territorial y que el día del incidente estaban en su lugar. No es una zona de delitos graves, si bien existe la modalidad de hurtos, por lo que trabajamos constantemente con controles de motos y con la presencia de policías que recorren la zona a pie. Uno de los problemas que nos marcaron los vecinos en las reuniones que mantenemos mensualmente tiene que ver con las casas tomadas, pero con la Justicia pudimos concretar más de 20 desalojos en 2018".

Un disparo en la noche

Algunos vecinos de la cuadra relataron cómo fue el momento posterior al ataque contra la pareja extranjera. "Escuchamos el disparo desde mi casa y a continuación los gritos de una mujer que pedía ayuda. Tomé una toalla y bajé corriendo, porque algo me dijo que tenía que actuar. Cuando llegué vi que tenía un disparo. Le hice un torniquete con la toalla. Algunas personas empezaron a llegar mientras una de mis hijas llamaba a la ambulancia, yo no solté el torniquete hasta que llegaron los médicos", contó en el lugar del robo Analía Ferrer.

La psicóloga fue varias veces al Hospital Argerich para visitar a Persson. "La verdad que me da vergüenza lo que pasó; como argentina, le pedí perdón", comentó.

La cuadra de Tacuarí al 400 está ubicada entre la avenida Belgrano y Venezuela. De día, el movimiento de gente en el macrocentro porteño es intenso, pero por las noches abunda la soledad, según contaron los vecinos. Es una cuadra con muchos comercios y algunos edificios, por eso la actividad es diferente de acuerdo con el horario laboral. "Tenemos que estar alertas. Esto nos genera más miedo. Es cierto que te puede pasar en cualquier parte también, pero acá no hay mucha policía tampoco. El año pasado robaron acá enfrente y la situación se siente desbordada", relató Hugo, encargado de un restaurante cercano al lugar donde fue baleado Persson.